jueves, 19 de julio de 2012

CAPITULO 16.

Toc, Toc, Toc.
¿Quien sera? La camarera no. Cuando volvi de desayunar esta mañana me encontre la cabaña inmaculada y la nevera magicamente reabastecida.
Fue como si hubieran entrado los gnomos. Ya he decidido que quiero vivir aqui el resto de mis dias. Con los gnomitos.
Toc, Toc, Toc.
Bueno, mas vale que abra.

–¡Un momento!- Grito al tiempo que aparto la silla del escritorio de la esquina. He intentado sacar un poco de trabajo adelante. Esta claro que John esta recuperando el sueño perdido porque no llego a tiempo a desayunar. De todas formas le he tomado unos bollos. Paul se va a volver loco con el bufe que ponen aqui por las mañanas.

Abro la puerta y me encuentro con Paul, en persona, plantado en el umbrar.

–¡Hola!- Grito.

–¡Meg!- Me rodea con su brazo derecho y me atrae hacia si para abrazarme, luego me suelta y me mira sonriente. Yo le devuelvo la sonrisa mirandole a esos ojos color avellana.

–¡Ya estas aqui!-
Lleva el cabello un poco mas largo y no se ha afeitado todavia.

–Acabo de llegar.- Explica.

–¡Pues que rapidez! No te esperaba hasta despues de comer.-

–Bueno es que son las dos.- Dice.

–¿Ya son las dos?- He estado tan ocupada trabajando que no me he dado cuenta. Intento mantener al dia el correo de John para que no se acumule.

–Eh ¿Puedo ver tu habitacion?- Pregunta mirando con curiosidad por encima de mi hombro.

–Claro.- Contesto apartandome a un lado.

–Estas vistas son increibles.- Pertenece de pie mirando las montañas mientras sacude su cabeza maravillado. Mira a su alrededor. –¡Joder y la cama es altisima!-

–¡Ya!- Me rio. –Anoche casi no logro subir.-

Se sube a la cama y da vuelta para sentarse. Luego rebota un par de veces. Parece tan entusiasmado como un niño de cinco años.

–Mierda hombre ¡Me despisto un momento y ya te has subido a la cama de Meg!- Dice John desde la puerta. –¿Cuantas veces tengo que decirte que no acoses a mis empleados?-

Paul salta de cama y se abrazan entre risas.

–Joder, Meg ¡Que cama mas alta!- Dice John de repente.

–¿Has visto?- Dice Paul casi a voz en grito.

John sube a la cama y Paul lo sigue, luego los dos se dan la vuelta para sentarse y saltan arriba y abajo como si fueran niños.

–Bueno ¿Y ustedes cuantos años tienen?- Pregunto.

Los dos se rien.

–¿Ya han comido?- Pregunta Paul.

–Pero si yo ni siquiera he desayunado todavia.- Contesta John.

–Tu nunca desayunas.- Apunto.

–Es verdad.-

–De todas formas te traje unos bollos.- Digo.

Me sonrie con cariño.
–No, gracias Nutmeg ¿Vamos a comer algo?- Le pregunta a Paul

–Si genial vamos.- Contesta su amigo.

–¿Vienes Meg?- Pregunta John.

–Hum, creo que voy a seguir trabajando un rato.- Contesto, porque me imagino que les apetecera charlar a solas antes de que yo me pegue como una lapa.

–¿Segura?- Insiste.

–Si, gracias.-

Y salen por la puerta.

Yo sigo trabajando un par horas mas, hasta que llegan las fotos de una de las revistas para las que John poso hace poco. El director artistico las ha mandado. Ya las habiamos aprobado pero siempre es interesante ver el resultado final.
Las fotografias son alucinantes. En la primera aparece John de pie mirando con expresion malhumorada a la camara. Paso a la siguiente. Esta es un primer plano. Siento que sus ojos cafe claro me taladran, y me quedo alli sentada estudiandolos por un momento. Sus labios tienen la forma perfecta, ni demasiado finos ni demasiado gruesos.

¡Ay Dios, como me gusta! Si, me gusta. Aunque sea un cabron con las mujeres. No lo puedo evitar.
Eh ¿Que ha pasado con las pecas? En la nariz no tiene ninguna. La primera vez que lo vi me pregunte por que nunca las habia visto en las fotos.

Bueno ¿Y estos donde estaran? No los he vuelto a ver desde que se fueron a comer hace un par de horas.
Sin nada mas que hacer, decido tomarme un descanso y dar una vuelta, a ver si veo a John y Paul.
Los encuentro en el banco donde nos sentamos John y yo anoche. Paul tiene su cuaderno para canciones enfrente y esta escribiendo. John esta inclinado hacia delante, sobre el banco, con los codos apoyados en las rodillas mientras fuma un cigarrillo. No se si acercarme, pero John alza la vista y hace señas para que vaya. Paul se gira y sonrie, asi que voy para alla.

–¿Que tal?- Pregunto.

–Bien, bien.- Responde Paul. –Me esta poniendo al dia de lo que ha pasado ultimamente.-

–Wow.- Contesto. –Iba a dar un paseo. John, ya nos han mandado las fotos. ¿Te las enseño en la cena?-

–Si, si, vale. Muy bien Meg.-

Los dejo y giro en direccion a un bosque situado en un profundo desnivel y lleno de enormes pinos escandinavos. Me adentro en la oscuridad y pronto me sumo en mis pensamientos.

Anoche no dormi bien. La cabeza me daba vueltas y estaba mas borracha de lo que creia. Ademas no dejaba de pensar en John. Su cuerpo medio desnudo en la piscina, su cuerpo pegado al mio... Esta mañana baje a desayunar nerviosa, y me volvia cada vez que alguien entraba en el comedor. Pero el no aparecio. No sabia como se comportaria conmigo, pero cuando lo vi en habitacion tuve la sensancion de que todo estaba bien. Completamente normal. Como cuando estaba con Paul.

Me siento un poco tonta. Probablemente el no volvio a pensar en lo que paso en la piscina. Seguro que me estoy montando una pelicula. Pero es que me gusta tanto...
Me voy a quedar aqui quieta, en el bosque, con los ojos cerrados, escuchando el lejano canto de los pajaros.

Estaba tan cerca. Me imagino acariciandole el pecho, suave y mojado por el agua. Su estomago desnudo. Abro los ojos porque me siento acalorada y a punto de perder el equilibrio. Me abanico con la mano para refrescarme un poco y sigo caminando.

Esa tarde me entretengo mas de lo normal en arreglarme. Decido ponerme el vestido negro y me aparto el cabello de la cara. No me paso con el maquillaje, me pinto un poco y con colores discretos, solo resalto un poco los ojos con una raya negra.
No quiero ser la primera en llegar a la mesa, pero a las siete y veinticinco ya no puedo mas. Soy una maniatica en lo que se refiere a la puntualidad. Puedo soportar que otra gente llegue tarde, pero soy incapaz de hacerlo yo.

Por supuesto soy la primera en aparecer. El camarero me sienta en el medio, de modo que las sillas de los dos chicos quedan una a cada lado. Estamos en una mesa cuadrada, frente al mar, con el acantilado justo debajo de nosotros.
Miro al mar por si veo alguna otra ballena mientras el camarero me trae la carta de vinos y me sugiere alguno para esta noche.
Paul llega despues.

–Estas estupenda.- Me dice mientras se sienta.

–Gracias, tu tambien.- Aparece un camarero para servirnos el vino.

–Bueno ¿que has estado haciendo?- Me pregunta.

Enseguida me relajo en su compañia, lo que esta muy bien, porque John no aparece hasta media hora despues. Para entonces, Paul y yo ya llevamos media botella de vino y nos hemos comido una cesta de pan untado en mantequilla.
No explica porque llega tarde, y no le preguntamos.
Pedimos la comida porque Paul dice que se muere de hambre, y entonces John me pregunta si le he traido las fotos. Asi es. Saco el sobre de mi bolso.
Las estudia durante un minuto, mientras Paul y yo esperamos pacientemente, despues asiente y dice:

–Estan geniales.-

–¿Puedo verlas?- Pregunta Paul. John le pasa el sobre.

–¿Que le han pasado a tus pecas.- Le pregunto a John señalando una foto. –¿Adonde han ido?-

Parece un poco avergonzado.

–Las han quitado.- Contesta Paul. –Con el maquillaje, tu sabes.-

–Pero ¿por que te quitan las pecas?- Insisto.

John se encoge de hombros.

–¿Te gustan sus pecas, Meg?- Me toma el pelo Paul.

–Si.- Contesto en voz baja. –Me gustan.-

–Aahhh...- John se inclina hacia delante y me frota el brazo con cariño.

Paul se rie y cierra el sobre.

La noche avanza. Voy por el tercer plato y ya no puedo mas (segun parece hay cinco), pero aun asi hago un hueco para el postre. Paul en cambio, come con gran apetito y John picotea todo y no le importa dejarse la mitad de la comida en el plato.
Se que deberia retirarme a mi habitacion y dejar a los dos amigos solos, pero cuando lo sugiero se niegan en rotundo.

–¡No jodas Meg!.- Dice Paul. –¡Vamos a la piscina climatizada!-

–Hum...- Dudo. Por el rabillo del ojo veo que John me esta observando.

–Venga.- Insiste Paul. –No puedes ir a la cama ya ¿verdad, John?-

John solo se encoge de hombros.

–No, de verdad.- Intento hacerme la fuerte. –No me vendría mal acostarme temprano. De todas formas esta noche hace frío para bañarse en la piscina.-

–Por algo la llaman piscina climatizada ¿sabes?- Dice Paul.

–Lo se.- Contesto. –Pero la idea de volver a mi cuarto encender la chimenea y meterme en la cama me resulta muy tentadora.-

–Como quieras.- Dice John poniendo fin a la conversacion. Después se vuelve hacia su amigo. –¿Que bebemos?-

Me marcho a mi cabaña y los dejo solos.



















¿Como andan? espero que bien :) en fin he aquí un nuevo cap, se que muchas están esperando un beso entre Meg y John pero no desesperen :D

3 comentarios:

  1. O.O lo ameee! aunque porque Lennon eres tan frio con Meg!!!? bueno... no desesperare, te tomo la palabra hahahhah amo amo tu nove! espero subas prontito! Cuidate y nos leemos Fany!

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  2. *-* Me casaría con Paul :B Me encantó el cap, tan bueno como todos los que has escrito :)
    Que ya pase algo entre ellos D: muero de de... intriga? bueno, de la espera :B quiero que se enamoren xD
    NO TARDES EN PUBLICAR EL PRÓXIMO! :D
    Porfavor T-T

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  3. Si alma se casa con Paul yo me casare con John :D pero solo si el quiere u_u pero si se caso con Yoko que no se case conmigo xD
    Ahahahaha tratare de no desesperarme e_e el capitulo anterior fue de mis favoritos :D

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