sábado, 25 de agosto de 2012

CAPITULO 21.

Después de Amsterdam viene Zurich y luego Milán y Roma. Se venden todas las entradas en todos los conciertos mientras las ciudades europeas comienzan a confundirse en mi cabeza.
No estoy disfrutando tanto como pensaba. Eso de tener que viajar constantemente y el no saber a que atenerme con John me dejan totalmente descontrolada.

Ahora mismo estoy entre bambalinas, en Oslo. Contemplo la mesa llena de bebidas y no puedo creer la cantidad de alcohol que llevamos consumido en la gira, y eso que todavía nos queda mas de la mitad. John cada vez bebe mas, se pasea entre bastidores con su guitarra.

–¡Aqui estas! A ver que te parece esto.-

Lleva unos días de lo mas animado, nada que ver con como comenzó la gira. Al menos Brian si tenia razón en eso.
Se sienta a mi lado y comienza a tocar unas notas.

–Es una introducción nueva para Help!- Dice.

Help! es una de sus mejores canciones.
–¿Por que?- Pregunto, pues creo que suena genial tal y como esta.

–Me aburre.-

–¡Solo hace un mes que la tocas!- Ya le hizo unos cambios antes de salir de gira.

–Si y me aburre.- Repite, haciendo énfasis en las palabras para dejar claro su opinión.

–Bueno, esta bien.- Le digo, no quiero ser una aguafiestas.

Comienza a tocar, mientras habla por encima para contarme lo que tiene planeado.

–Pues creo que suena fenomenal.- Y señalo con la cabeza la guitarra de John.

–Gracias.- Contesta.

He reservado un teatro en desuso para que puedan ensayar, y ahora mismo estoy sentada en el patio de butacas con una revista. Pero no leo, observo. Observo como John se dirige al grupo. Todos iban a tener un par de días de descanso, pero en lugar de eso, ahora tienen que trabajar. Siento un renovado respeto por el, por lo que es capaz de hacer.
Por eso me duele tanto ver cosas como las de anoche.
Yo estaba en su habitación mostrándole algunos recortes de prensa cuando alguien llamo a la puerta.



–¡Servicio de habitaciones!-

–¿Les digo que vuelvan mas tarde?- Pregunto a John.

–No, necesito mas perlas de gel.-

–¿Perlas de gel?-

–¿Que?-

–Nada. ¡Adelante!- Grito.

–¡Servicio de limpieza!- Y llaman cinco veces a la puerta.

–Que si, que adelante.-

Vuelven a llamar.

–¡Que raro!- Murmuro. –¿Por que no tiene una llave?- Abro la puerta y me encuentro frente a una morena muy guapa que no aparenta mas de dieciocho. –¿Eres del servicio de limpieza?-

Va vestida con el uniforme de una camarera de hotel, pero su rostro irradia tanta emoción cuando intenta pasar a la habitación que me hace sospechar. No puedo creer que este tan contenta por limpiar el baño de nadie.

–¿De verdad eres empleada del hotel?- Pregunto desconfiada.

Ella asiente con la cabeza, mecánicamente.

–No me lo creo.- Y comienzo a cerrar la puerta.

–Espera.- Dice John. –Que pase.-
Se acerca hasta la puerta y apoya su brazo derecho contra el marco

–¡John Lennon!- Dice la supuesta camarera totalmente encantada.

–Hola.- Sonríe.

–¡John Lennon!- Repite –¿Paso?

–Bueno, ya esta bien.- Le interrumpo. –Gracias, ahora te puedes marchar.- Y me dispongo a cerrar la puerta, pero John la abre otra vez.

–No seas aguafiestas Nutmeg.- Me dice mientras mira de arriba a abajo a la chica vestida de camarera. Ella sonríe, pero baja la mirada.

–¿Paso?- Pregunta de nuevo, esta vez con un tono mas sexy.

John abre la puerta un poco mas, y se aparta para dejarla entrar.

–¡John!- Ahora si que estoy enojada, pero eso no evita que la chica pase por delante de mi y entre en la habitación.

–Ya te puedes marchar, Meg.- Y con esas me despacha.

Yo me quedo paralizada

–¿No hablas mi idioma, verdad?- Le pregunta a la chica.

–No, no hablo.- Dice con un fuerte acento italiano. –No, no hablo.-

–Ni falta que te hace.- Me guiña un ojo y cierra la puerta, dejandome en el pasillo.



Jamas me acostumbrare a las groupies. Cada vez que lo veo con otras mujeres, me siento como si arrancaran una parte de mi.

–Suena muy bien. Vamos a descansar un rato.- John baja del escenario y se acerca por el pasillo del patio de butacas. Me incorporo en mi asiento.

–¿Me puedes traer un sandwich o algo de comer?- Me pregunta.

–Claro.- Tomo mi abrigo. –¿Te lo vas a comer aquí?-

–Si. Quiero seguir trabajando. Creo que al riff de guitarra le falta algo.

Trabaja duro, este John. Al principio no me di cuenta, con eso de trasnochar todas las noches, la bebida y las mujeres, pero si que trabaja.
Vuelvo al poco tiempo con un sandwich de atún y mayonesa.

–Gracias.- Dice. Le da un mordisco y se pone de pie. Mete la mano en un bolsillo y saca una pequeña petaca, la abre y la inclina sobre la boca. –Mierda, no hay.- Me dice mientras me la pasa. –¿Me la llenas?-

–Claro.- Digo un tanto confusa. –¿De que?-

–De whisky, ¿De que va a ser?- Me mira divertido.

–¿Y no quieres que le eche algo mas? ¿Coca-cola, Pepsi?-

–Coca.- Me sonríe con cara de bobo. Al principio no capto la broma, pero luego caigo. Rompe a reír al ver la cara que pongo. –No, guapa, solo whisky, gracias.-

–Pero ¿ahora?-

–Si.-

–John, me preocupa lo mucho que estas bebi...-

–Gracias.- Me interrumpe y señala con la cabeza a la petaca que sostengo en la mano. Doy media vuelta y recorro el pasillo para salir a la calle en busca de una licoreria. Sabia que debería haber preparado la habitual mesa con comida y bebida para el teatro, pero John me dijo que para los ensayos no hacia falta.

Dos días después, estoy entre bastidores, en Munich, cuando John aparece a mi lado. Esta noche parece mas frenético de lo normal.

–¿Te encuentras bien?- Le pregunto.

–¡Si, si, Nutmeg! ¡Este concierto va a ser genial!-

Esta eufórico, saltando arriba y abajo sin moverse del sitio
Un técnico aparece con su guitarra, pero tarda en colocársela porque John no para quieto.

Suenan los primeros compases de Help!, con la nueva modificación. Y estoy nerviosa, yo diría que mas que el. En los ensayos sonaba fenomenal, pero cuando tocas delante miles de personas la cosa cambia.

–No estés tan nerviosa.- Se planta delante de mi y me pone las manos en las caderas, mientras me mira directamente a los ojos. El corazón me da un vuelco mientras estudia mi cara. Luego me sonríe. Tiene los ojos raros. No para de moverlos. Es evidente que esta de subidón, y de repente se me ocurre que quizás no sea por causas naturales.

–¿Estas bien John?- Pregunto de nuevo, esta vez con mas preocupación.

–¡Que si, que si, que si! ¡Relajate mujer!-

Me masajea frenéticamente las caderas con las manos y luego se sorbe la nariz antes de soltarme y ponerse a saltar otra vez.

–Alla vamos.- Dice, mirando al escenario.

Suena la primera estrofa de la canción, volviendo a todo el mundo loco. En momentos así, me parece increíble que los conozca; yo conozco a John Lennon.

Lo observo acariciar el micrófono con las manos mientras la canción languidece justo antes de que intervenga el coro. Lo contemplo llena de orgullo, pero entonces recuerdo esa mirada esquiva y de nuevo vuelve la preocupación.
Después del concierto esta todavía mas histérico y lo mismo ocurre en el siguiente concierto en Niza y en los dos días previos al de Barcelona.

–¿Y?- Pregunta.

–¿Como que Y?- Contesto.

–¿Donde esta el problema? ¿No habíamos hablado ya de John y la bebida?-

–Si, si, si.- Digo llena de frustración. –Y me da igual que me consideres una mojigata. Estoy preocupada por el, Brian.

–¡Joder, con la niña! Descansa un poco. De todas formas, ¿que crees que puedo hacer yo?-

–No lo se, ¿decirle que no lo haga?-

–¿Decirle que?- Se ríe. –¿Decirle que? ¿Crees que me hará caso? Ya es mayorcito. Y hace lo que le parece. Ahora vete por ahí y deja ya de molestar.-

Como podrán suponer, este Brian comienza a tocarme las narices.

Llegamos a Barcelona a principios de Diciembre. Es la primera de las dos ciudades españolas en las que vamos a actuar, la siguiente sera Madrid....
















¡Hey! Es bueno saber que aun leen este fic :) finalmente puedo escribir un cap, después de toda la semana :P maldita universidad :P en fin ¿saben? me encantan sus comentarios, así que ¡comenten mucho! :) se vienen las cosas buenas en la historia :)

sábado, 18 de agosto de 2012

CAPITULO 20.

Para la próxima ciudad, reservo habitaciones en dos hoteles por si tenemos que trasladarnos otra vez, y decido hacerlo ya siempre para lo que queda de la gira. A veces necesitaremos la otra habitacion, otras, la seguridad será mejor y no hará falta, pero es preferible pagar la cancelación y estar preparados para todo. Aunque lo mas probable es que el director nos lo perdone si quiere que volvamos a su hotel en un futuro.

Ahora estamos en Amsterdam, donde nos quedaremos cuatro días y tras el bajón del comienzo de la gira, parece que John ya esta recuperado.
Es por la tarde, y tenemos la noche libre antes del concierto de mañana. Ayer dieron el primero de los tres conciertos de Amsterdam y fue alucinante.

Alguien llama a la puerta. John esta sentado en la cama, tocando las cuerdas de su guitarra y yo estoy enfrente, plácidamente en el sofá. Me levanto para abrir la puerta.

–¡Hola John!- Dice George al tiempo que me mira nervioso. –Estábamos pensando en dar una vuelta por el... bueno, por el barrio rojo. ¿Te apetece venir?-

Yo me pongo tensa de inmediato, pero el contesta al momento que no y me vuelvo a relajar, hasta que añade:
–¿Por que pagar si lo puedes tener gratis?- Y enfatiza sus palabras con un rápido rasgado de guitarra.

George se rie y cierra la puerta tras de si.

–Nutmeg.- Dice John en un tono cortante en cuanto me vuelvo hacia el. Es la primera vez que me llama Nutmeg en semanas, y siento que una oleada de ternura me calienta el corazón. –No me llevaste a aquella chica la otra noche.-

–¿Que?- Pregunto. –¿De que hablas?-

–Lo sabes perfectamente.-

–Te refieres a lo de Viena?- Pregunto para estar segura.

–Hum.-

–Perdona, me pareció que estabas demasiado borracho para darte cuenta.-

–Nunca estoy demasiado borracho.- Afirma, y me guiña un ojo. –Bueno, ¿Adonde quiere ir Paul esta noche?- Pregunta mientras deja la guitarra apoyada contra la cama.

–No lo se, al Dinner Club, o algo así.-

–¿Al Supperclub?-

–Si, eso.-

–Lo conozco. Vale, si reserva una mesa. Ven tu también.-

–Esta bien.- Contesto contenta. Es la primera vez que me incluye en sus planes, desde que estuvimos en Cardiff. –¿A eso de las nueve?- Pregunto.

–Si, esta bien.-




–Eh, se me ha olvidado decirte que mi hermano se ha prometido.- Le dice Paul a John.

Estamos cruzando una canal de camino al restaurante. John queria retar al frio de Amsterdam e ir dando un paseo en vez de tomar el auto. El Supperclub esta a menos de un kilometro del hotel.

–¡Vaya! Que bien, felicitalo de mi parte.-

–¿Como se llama tu hermano?- Pregunto. No es un dato relevante, para la conversación, pero es la única forma de intervenir.

–Mike.- Contesta Paul. –¿Y tu que Meg? ¿Tienes hermanos o hermanas?- Pregunta.

–Tengo una hermana, Susan. Es mayor que yo. Tiene treinta y dos. Esta casada y es aburrida. No nos llevamos bien.

–¿Por que no?- Pregunta John interesado.

–Es una engreida. Y no me gusta su esposo, es un imbécil.-

Los dos se rien.
–Adelante, no te corte Meg.- Dice Paul.

–Es que lo es. Pasamos las ultimas Navidades con mis padres que viven en el sur de Francia.- Explico. –Y una noche, sin decirle a nadie abrió una botella de vino que mi padre conservaba desde hacia siglos. Se bebió la mitad como si fuera agua y no compro nada para reponerla durante todo el tiempo que estuvo alli. Y me da mucha rabia que mi hermana nunca le diga nada.-

–La novia de mi hermano, bueno ahora prometida es un poco así también.- Dice Paul. –A mi padre lo vuelve loco. Enseguida se pone comoda cuando va a casa. Si te pilla curioseando en sus instrumentos o algo así hay que pedirle permiso.-

Me rio.
–¿Era así también con Jane?- Paul parece un poco desconcentrado al oir el nombre de su ex y lamento haberla sacado a colacion, pero se recupera enseguida.

–Si, un poco.- Murmura. –Quizás esa sea una de las razones por las que me dejo.-

John y yo nunca nos enteramos porque habían roto el y Jane. Ahora siento curiosidad.

John nos mira a los dos y sonríe.
–Bueno, ¿Donde esta el maldito restaurante? ¿Y de quien fue la genial idea de ir andando?-



–¿Por que rompieron tu novia y tu?- Le pregunto a Paul, dos horas y varias copas de vino después.

–Atropello a mi perro.-

–¡No!- Exclamo. John se rie entre dientes y entonces miro a Paul con expresión hastiada. –No tienes perro ¿verdad?-

–No desde que lo atropello.- Contesta Paul con cara triste.

–¡Para ya! ¡Dime la verdad!- Le digo mientras le clavo un dedo en las costillas.

–¡Ay! No sigas por ahi o acabaras mal.- Me avisa.

–Esta bien ¡Pero dime ya!-

–Teníamos opiniones diferentes.- Dice

–Ya, ¿Sobre que?- Pregunto.

–No era nada golosa, odiaba los dulces, Megan. De verdad chocábamos en todo.-

–Vale, me rindo.- Digo mientras me recuesto sobre el respaldo de la silla y le dedico a John una mirada de resignación. –¿Es siempre así?- Pregunto

–Eso me temo.- Contesta Joh y llama a una de las exageradamente guapas camareras para pedir otra botella de vino para Paul y para mi. El hace rato que se paso a los licores mas fuertes, lo que significa que Paul y yo ya llevamos dos botellas entre los dos.

–Oh no, yo ya no puedo beber mas.- Protesto.

La camarera nos mira a los tres esperando una respuesta definitiva.

–Traenos la botella.- Le dice John. Apesar de la tenue luz es evidente que esta nerviosa. Intenta ser profesional y no parecer impresionada por la identidad del cliente, pero eso no es facil. Ya nos han interrumpido tres veces clientes del restaurante para pedir autografos. John y Paul los firman muy amablemente, incluso con la boca llena.

–En serio, cuando me paso con la bebida no me tengo en pie.- Aviso.

–¿No querrás que nos pongamos a discutir ahora por el consumo del alcohol, eh, Nutmeg?- Pregunta John arqueando una ceja. –Ademas nosotros te cuidaremos, ¿verdad, Paul?-




Cuando cambiamos de local, yo ya voy bien cargadita. Quería volver al hotel, pero los chicos me arrastran a un club y estoy demasiado borracha para resistirme. Ahora estoy sentada en un oscuro reservado, rodeada por Paul, John, George, Ringo y demás que se nos han unido tras su <<aventura erótica>>.

Mi presencia no les impide contar lo que han hecho. Si no estuviera tan borracha, probablemente me daría asco. Aunque, de todas formas, ya empiezo a encontrarme mal gracias a todo el vino que he bebido.

–¿Te encuentras bien Megan?- Balbucea Paul a mi oído.

–No.- Le contesto de la misma manera. –Me parece que voy a vomitar.-

–¿No ira a echar todo aqui verdad?- Pregunta Ringo.

–¿Te acompaño al baño Megan?-

–Humm...- Asiento con la cabeza, aunque en realidad no quiero que venga conmigo. ¿Donde están las amigas cuando las necesitas?. –En realidad lo que quiero es volver al hotel.-

–Esta bien.- Se pone de pie y me ofrece una mano. Yo poco a poco intento salir del reservado. John me toma por el brazo.

–¿Adonde vas?- Pregunta molesto.

–La llevo al hotel.- Contesta Paul.

–¿Por que?-

–Mirala hombre, esta fatal.-

Tropiezo y Paul evita que me caiga.

–Que va. Estas bien ¿verdad Nutmeg?- John intenta parecer alegre.

–No.- Digo al tiempo que niego con la cabeza.

Paul se dispone a guiarme hacia la salida.

–Oh, venga ya.- Protesta John. –¡La fiesta acaba de empezar!-

–Hasta mañana.- Responde Paul.

Apenas recuerdo nada del viaje hasta el hotel, solo se que de repente me vi delante de la puerta de mi habitacion.
–No encuentro la llave.- Me quejo desesperada y vacío el contenido de mi bolso en la alfombra del pasillo. Inmediatamente, Paul se agacha para tomar la llave, luego recoge todas mis cosas y las mete de nuevo en el bolso mientras yo me apoyo vacilante contra la pared.

–Uh ¿Estas bien Meg?-

No contesto. El mete la llave en la cerradura, abre la puerta y me ayuda a pasar.

–Voy al baño.- Digo.

Cinco minutos después llama a la puerta.

–Meg, estoy preocupado, ¿puedo pasar?-

–Si, arg...-

Estoy de rodillas en el suelo del cuarto de baño, frente al excusado. Todavía no he conseguido vomitar.

–Joder, deja que te ayude con el abrigo, debes estar asada.- Dice y luego añade. –He llamado al servicio de habitaciones. Van a traer ¿unas tostadas?-

Parece sorprendentemente sobrio con todo lo que ha bebido. Pero claro, eso es porque lo comparo con como estoy yo.
Me obliga a comer dos tostadas antes de sentarme en la cama y retirar la colcha. Se arrodilla y me quita los zapatos de tacon, luego se inclina sobre mi y baja la cremallera de mi vestido.

–Así te lo podrás quitar cuando me haya ido.- Me dice, todo un caballero.

A mi se me va la onda e intento sacarmelo por la cabeza, pero se me queda atascado, así que tiene que subir a la cama y ayudarme. Menos mal que llevo sujetador esta noche.

Se sienta en el sofa frente a la cama.

–¿Que haces?- Le pregunto medio ida.

–Me quedo aquí contigo.- Dice mientras se acomoda en el sofá.

–No seas tonto, estoy bien.-

–Meg, no me discutas.-

–Paul, estoy bien, vete a dormir.-

–No, Meg. Duermete.-

–Pues si te quedas.- Le digo, mientras le hago un hueco en la cama. –No puedes dormir ahí.-

Echa un vistazo a la enorme cama, y no tengo que decirselo dos veces.
–Solo si estas segura.- Dice.

–No es la primera vez que dormimos juntos, si, estoy segura.-

A la mañana siguiente, me despierto con un resacon de cuidado.

Gimo.

–¿Estas bien?- Susurra Paul.

–¿Por que le haré caso?- Pregunto con una mano en la frente.

–No tenias otra opcion. Es muy difícil negarle nada.-

–Pero tu lo consigues casi siempre.-

–Son años de experiencia, Meg.- Su voz suena mas grave de lo habitual. Incluso un poco ronca.

Me incorporo lentamente. Necesito urgentemente mis pastillas para el dolor de cabeza, pero no quiero salir de la cama prácticamente desnuda.

–¿Que necesitas?- Pregunta Paul al notar mi ansiedad.

Se lo digo.

–¿Donde están?-

–En mi neceser, en el curto de baño.-

Me trae las pastillas junto con un vaso de agua.
–Venga, tomatelas.-

Hago lo dice y me tumbo a su lado. Mi brazo roza el suyo y me aparto en cuanto me doy cuenta.
De repente salta de la cama.

–¿Adonde vas?- Le pregunto sorprendida.

–Vuelvo a mi habitacion.- Se pone los pantalones. –Tu ya te encuentras bien ¿no?-

–Si, claro.-

Se calza, toma su chaqueta y se dirige hacia la puerta.
–¿Nos vemos en el desayuno?-

–Si.-

Por un momento pienso horrorizada en la posibilidad de que John lo vea salir de mi cuarto y suponga lo  que no es. Pero no lo ve. Y cuando por fin salgo de mi habitacion un poco mas tarde, Paul habia salido.














¿Y ustedes que harían si estuvieran en lugar de Meg? Por lado ella quiere a John, quien al parecer no lo nota y por el otro, Paul es demasiado lindo con ella. Gracias por seguir comentando :) En serio, nunca creí que este fic, llegara a ser tan leído como lo es :D

domingo, 12 de agosto de 2012

CAPITULO 19.

–¿Esta bien?-

Doy media vuelta y me topo con Paul. Parece preocupado.
–Eso dice Brian.-

Damos un paseo hacia la zona común del escenario donde hay dos mesas enormes que siempre han de estar bien provistas de comida y de cualquier bebida que exista sobre la faz de la tierra. De eso me encargo yo. Paul se lanza directo por una caja de cereales de colores brillantes.

–¿Fruity Jewels, Meg?- Pregunta sonriente.

–Solo para ti.- Contesto. –Y creo que por ahí encontraras también unos caramelos.- Añado.

–Como asistente personal no tienes precio.- Dice. –Eres mucho mejor que la tal Paola.-

Me rió.
–Eso espero, solo duro ocho meses, ¿no?- 

–¿Solo?- Pregunta sorprendido. –Pues a mi me pareció mucho mas.-

–¿La conociste bien?- Aun siento curiosidad por ella.

–No.- Se encoge de hombros y se da media vuelta. –¿Donde esta John? Nos toca salir dentro de nada.

Cuando por fin salen al escenario, todos están bastante emocionados. John da media vuelta. Nuestras miradas se cruzan por un momento, pero aparta la vista cuando el técnico le entrega su guitarra eléctrica.

Como me gustaría que volviera a ser conmigo como antes de dar aquel concierto hace meses, mi primer concierto. Echo de menos al John de Cardiff. No se que ha cambiado desde entonces, pero me apena que no se muestre cercano conmigo. Será mejor no pensar en ello.

El publico arma tanto escándalo que apenas se escucha nada entre bastidores, y eso que el concierto todavía no ha empezado.
Entonces, sale el grupo, comienza a tocar y todos se vuelven completamente locos.
John mira a Paul y sonríe.

Yo me asomo y veo a decenas de personas gritando como si fueran una sola. Es un panorama increíble.
Las cámaras que graban la actuación se centran en la multitud, y de nuevo regresan hacia los chicos.

Cuando vamos a la zona común que hay detrás del escenario una vez terminado el concierto. Aparecen chicas por todas partes. En los sofás, o de pie junto a la mesa de la bebida, mientras no le quitan un ojo de encima a Ringo. No se quienes son ni de donde han salido, pero comienzo a sentirme bastante incomoda.

De repente John entra en la habitación junto con George y Paul al tiempo que se les une Ringo, y todo el mundo rompe a aplaudir. John camina directo hacia la mesa de la bebida y abre una botella de whisky. Un grupo de chicas lo rodea.
Hay una especialmente guapa con el pelo ondulado, largo y rubio y un escote de impresión, que conforme avanza la noche me doy cuenta, con todo el dolor de mi corazón, que cada vez es mas descarada en su coqueteo con John. Ahora mismo le ha puesto la mano sobre el pecho y le esta diciendo algo al oído. John mira a Paul que me esta contando entre risas algo que ha visto en la tele hace poco.

–¿Te diviertes?- Le pregunta Paul.

–¿Tu que crees?- Le sonríe John.

Yo pertenezco ahí plantada como una lechuga.

–Tengo una para ti, colega.- Dice John al momento que mira de reojo a un grupo de chicas que lo observan.

Sin embargo y para mi alivio, Paul dice que no, gracias.

–¿Por que no?- Pregunta John molesto.

–No me apetece.- Contesta Paul encogiendose de hombros.

–Como quieras.- John aparta la vista y le da un trago a su botella de whisky. –Pero tu te lo pierdes.- Dice mirando a Paul de nuevo y guiñandole un ojo.

–Si no me necesitas mas, creo que volveré al hotel.- Le informo, mientras trago la bilis que me sube por la garganta.

–No, quedate.- Me ordena.

–¿Por que?- Pregunto. No soporto mas este espectáculo.

–Porque quizá te necesite.- Dice y se vuelve a las chicas. –¿Mas?- Pregunta a la mas guapa. Ella asiente con la cabeza sonriendo coqueta.

Pasa otra hora y soy testigo de como John esta cada vez mas borracho. Las chicas también están muy mal. El se tambalea y ellas ríen e intentan sostenerlo. Paul y yo, en cambio estamos totalmente sobrios. Y Ringo y George ya se han ido.
–Ahora si que estoy cansada.- Me quejo con Paul. 

–Si, creo que yo también me voy a ir ya.- 

–No se por que no quiere que me marche.- Miro de reojo a John, que acaba de rodear con un brazo a la rubia guapa y a aprovechado para manosearla.

–Tu vete.- Me aconseja Paul.

John se acerca a nosotros tambaleándose y casi hace caer a la chica por no soltarla a tiempo. Los dos se miran y rompen a reír histéricos. 

–John, me voy a marchar ya.- Le digo decidida.

–Yo también.- Balbucea. –Llevala.- Dice refiriéndose a la mas guapa. 

–Claro.- Contesto, aunque no tengo la menor intención de llevarla conmigo. La muy zorra tendrá que buscarse otro transporte. 

John sale de la habitación dando tumbos, apoyandose en Paul, que por otra parte no parece muy contento. Yo los sigo, y antes llamo por teléfono para pedir que que nos recoja el coche en la puerta de atrás.

Aunque el concierto termino ya hace horas, y lo mas lógico es que todos se hubieran marchado ya, aun hay multitud de personas esperándolo fuera. Su insistencia es admirable porque hace un frió que mata y es muy probable que nieve. 

–¿Puedes firmar autógrafos?- Pregunto.

John niega con la cabeza y farfulla algo totalmente incomprensible. Paul abre la puerta del coche y sube instantáneamente. Echo una mirada a la multitud que ahora abuchea.

–Lo siento.- Grito. –Lo siento, pero nos tenemos que ir.- 

Da igual lo que diga, están furiosos y mientras el coche se aleja, nos tiran envoltorios de comida y todo lo que encuentran a su alcance. Paul y yo nos encogemos con cada impacto, pero John ni se inmuta, se ha desmayado en una esquina.















Ya regrese :) en fin me gustaría hacerles una pregunta. ¿En el fic, les molesta que no salgan mucho George y Ringo? Bien, creo que solo tenia esa duda :)

sábado, 11 de agosto de 2012

CAPITULO 18.

Sabia que John era famoso, claro que lo sabia, pero esta claro que he estado viviendo en una burbuja durante los últimos meses, por esto amigas, es ridículo.

Estamos en Viena, dispuestos a comenzar los conciertos de la gira europea y la muchedumbre que se ha congregado en el aeropuerto para darles la bienvenida, es increíble. Jamas he visto nada igual, pero ahora se que se repetirá en la siguiente ciudad.

Los flashes me ciegan por completo, y en cuanto a los gritos, no hay tapón que los amortigue. En estos momentos, unos guardias de seguridad, grandes como armarios, prácticamente me llevan en volandas por el pasillo. John va por delante, mas fresco que una lechuga, con sus gafas de sol y sus andares de rockero.
Cuando lo veo así, no puedo creer que lo conozca. Es una forma muy salvaje de poner los pies en el suelo. Cuando esta en casa, en la piscina con su guitarra o en la cocina en calzoncillos, es solo John, un veiteañero bastante bueno de Liverpool que además resulta que es mi jefe.

Desde que volvimos de Cardiff, hace mes y medio se ha mostrado distante conmigo. Los recuerdos de que nos bañamos en la piscina climatizada comienzan a parecerme un sueño. Y la noche siguiente cuando me dio un beso de buenas noches, es casi como si la hubiera imaginado.

Al día siguiente, seguimos con el trabajo como si nada. Nos marchamos un día después. Davey vino a recogerme y John decidió pasar unos días con Paul. Fue un final extraño a unos días extraños, la verdad. Y cuando volvió parecía otra persona, profesional y directo. Muy raro. Yo me concentre en lo mío y trabaje duro para que todo estuviera listo para la gira.

Nos alojamos en un hotel de cinco estrellas en el centro de Viena. Se supone que la elección del hotel es secreta, pero de eso nada. Debe de haber al menos unos doscientos fans esperando fuera. Los de seguridad hacen lo que pueden para contener al gentío cuando los chicos aparecen. Cuando llegan al vestíbulo, donde ya no hay peligro, John esta visiblemente enojado.

–Tenemos que cambiar de hotel.- Me dice

–Ya me he ocupado.-

Asiente mas tranquilo.

–Pero ahora sube a tu habitación.- Le digo. –Aun no podemos movernos sin que nos persigan.-

Me sigue sin contestar. Los gritos de la calle son ensordecedores. John se sienta en la cama y oculta la cara entre las manos. Me preocupa.
Hay demasiada gente en la habitación. El director del hotel, los de vestuario, etc, etc, etc. John me mira con expresión de angustia y yo, muy educadamente, los reuno a todos y los hago salir del cuarto. Parecen molestos por echarlos así, pero supongo que conocen a John lo bastante bien para saber que no le gusta que lo agobien.
Cierro la puerta y me giro para contemplar a mi jefe.

–¿Estas bien?-

Asiente, pero no dice nada. Lleva así semanas y no se muy bien que hacer, excepto darle ánimos lo mejor que puedo. Esta como encerrado en si mismo. Llegue a pensar, que hay que ser idiota, que quizás era por mi, pero es que tenia el ego por las nubes. Me alegro de no haberle contado a nadie lo que paso en Cardiff.
Lo que paso en Cardiff. ¡Ja! Que chiste. No paso nada Meg, ahí esta el problema.

Bess quería que le contara todos los detalles escabrosos, pero yo le dije que de eso no había nada. Ella también a ha estado distante conmigo. El contrato de confidencialidad ha dificultado las cosas. Bess no lo entiende pero tengo las manos atadas. Cree que no confío en ella y no puedo hacer nada para que cambie de opinión.
Kitty al menos, no me pregunta. Y tampoco me cuenta nada sobre Rod. Si una de las dos esta de bajón por el trabajo, resulta reconfortante saber que hay alguien que la entiende y que no pide detalles.
Ahora mi vida en Liverpool parece muy lejana.

Detrás de mi, John se ha tumbado boca arriba sobre la cama, con el rostro oculto tras las manos. Que diferente me parece aquí y ahora. Antes la idea de salir de gira le emocionaba, ahora parece que le de igual. No se, lo mismo esta deprimido. ¿En eso consiste la depresión?

–¿John?- Digo en voz baja. –¿Necesitas algo?-

Aparta las manos de la cara y se las coloca detrás de la nuca, mientras mira taciturno al techo.

–¿John?-

Niega con la cabeza tan tenuemente que casi resulta imperceptible.

Abajo se rompe el cristal de una ventana. John levanta la cabeza alarmado.
Llamo rápidamente a seguridad y descubren que los fans han empezado a tirar piedras a las ventanas. Estamos en el ultimo piso del edificio de siete plantas, así que ya pueden tirar lo que quieran que no nos alcanzarán, pero si lo que pretendían era llamar la atención de alguien, desde luego que lo han conseguido. Están empeñados en que se asomen a la ventana, que se dejen ver, que les den la oportunidad de volverse histéricos como Dios manda, pero como lo haga, no habrá forma de poner freno a su locura. Querrán mas.

–No pasaremos la noche aquí.- Le aseguro.

Estamos entre bastidores, se han vendido todas las entradas y la atmósfera es electrizante. Todos están en su camerino con la puerta cerrada. Yo estoy afuera con Brian.

–¿Se pone siempre así cuando están de gira?- Le pregunto preocupada.

–Si, siempre.- Contesta Brian. –No te preocupes, estará bien, siempre lo esta. En cuanto acabe el concierto ya veras como estará deseando dar el siguiente.-

–Entonces ¿no llamo al medico?-  Pregunto por duodécima vez.

–¡Pero que medico ni que nada!- Dice. –No digas chorradas. Ya te he dicho que no hace falta.- Y me da unas palmaditas en la cabeza en plan amistoso.

–Voy a entrar a ver como esta.- Sugiero mientras hago ademán de abrir la puerta.

–¡Largo, anda!- Me gruñe. –Ya voy yo.-

Lo miro, no me convence, pero me toma con fuerza de los brazos y me aparta de la puerta del camerino. Supongo que tiene su lógica. Brian lleva años con el. Yo solo conozco a John desde hace unos meses.

–¿Esta bien?-

Doy media vuelta y me topo con Paul. Parece preocupado.
–Eso dice Brian.-














Se que mas de una tendrá ganas de golpearme por no haber subido a tiempo, pero les diré porque.
Primero, en la semana en que iba a subir caps nuevos se me ocurrió armar el rompecabezas que no podía comenzar desde hace mes y a la sig. semana, salí de viaje sin computadora :S fue lo peor :S 
Pero gracias a eso, ahora tengo unos caps listos que estoy comenzando a subir :) así que comenten mucho mucho!! :D