domingo, 17 de marzo de 2013

CAPITULO 28

A las nueve en punto en la mañana siguiente, alguien llama a la puerta de mi habitación.
–¿Se ha despertado?-

–Ahora empezaba a desperezarse.- Contesta Paul. –Le duele bastante la cabeza.-

Bajamos al restaurante para comer un poco. Después volvemos a la habitación de John, pensamos que seguirá en la cama, así que Paul utiliza la llave de la habitación que tomo antes de la mesilla de noche.

Entramos en el cuarto y lo primero que vemos es la cama vacía. Doblamos una esquina y nos topamos con la imagen de John tomando ácido, mientras fuma de un porro.

–¡John! ¿Que mierda estas haciendo?- Grita Paul mientras corre hacia él. –Tienes un problema, hombre.-

–¡Largo!- Grita John. –¡Ni se te ocurra tocar eso!- Y toma la mano de Paul que estaba a punto de tirar la marihuana de la mesa.

–¡Necesitas ayuda, amigo!-

John se ríe con desprecio y toma el ácido. Paul y yo vemos impotentes como lo hace delante de nosotros. Después se recuesta sobre el sofá con una botella de whisky en la mano.

–Meg, ¿me acercas el paquete de tabaco?- Me pregunta.

–Vete a la mierda.- Le espeta Paul. –No actúes como si no pasara nada, porque si pasa. Vas a acabar tan jodido como hace seis años.-

–Oh, ¿y eso como lo sabes?- John lo mira enojado.

–Oye si no estaba contigo fue únicamente culpa tuya.-

–Si, si.- Contesta John. –Ya lo se, si no me hubiese tirado a tu puta novia... Por eso no querías presentarme a Jane.- Añade John como si aquello le diera igual. – También me la hubiera tirado.-

–Eres un hijo de puta.- Dice Paul dando un paso hacia adelante, pero se detiene en seco. Si las miradas matasen, John seria un cadáver ahora mismo.

–¿Como te atreves a hablar así de mi difunta madre.- Dice John fingiendo indignación.

–Jodete imbécil. Deja de utilizar a tu madre muerta para dar lastima.

–¡Paul!- Grito.

–Es verdad Meg, lo hace constantemente.-

–Ya basta.- Intervengo. ¡Ya basta, los dos!-

–No, no pienso dejarlo.- Contesta Paul. –Te conozco John Lennon. Eres un pirado hijo de puta. Sin animo de ofender a la señora Lennon.

Antes de darme cuenta, John se levanta del sofá y se ha lanzado contra Paul.

–¡Paren!- Grito mientras John empuja a Paul contra la mesita de café. Esta se rompe bajo su peso y la marihuana sale volando en todas direcciones. Paul se incorpora rápidamente y le pega un puñetazo a John en toda la cara. John da unos pasos hacia atrás y luego intenta devolverle el golpe, pero falla. Paul toma su abrigo, nos lanza una mirada a los dos que detendría el trafico y sale de la habitación. John se derrumba sobre el sofá. Yo me acerco. Le sangra la nariz.

–¡Mierda!- Digo mientras intento apartarle la mano de la cara para ver si tiene la nariz rota. Aunque no se si sabría identificarla porque en mi vida he visto una.

–Espera, iré por hielo.-

No hay en la neverita de la habitación, así que llamo al servicio de habitaciones. John toma la botella de whisky y le da un trago.

–¡John, por favor! ¡Ya has bebido demasiado!-

–Es para el dolor.- Dice taciturno.

–John, por favor.- Repito. –Necesitas ayuda. No puedes hablar con la prensa en este estado.

–No pienso ir a ninguna clínica o algo por el estilo.-

–Venga, John, necesitas alejarte de todo esto.-

–No pienso desintoxicarme.- Insiste. –Tu puedes ayudarme Nutmeg. Tu siempre me ayudas, Nutmeg.- Me toma de la mano, tira de ella hacia abajo y me mira con sus tristes ojos casi verdes.

–No te puedo ayudar si no te ayudas tu mismo.- Digo.

Resopla entre carcajadas y lo miro enfadada.

–Perdona, perdona.- Dice, intentando poner una cara seria. –¿No te puedo ayudar si no te ayudas tu mismo?- Se burla de mi, mas o menos como Brian lo hace. Esas cosas me sacan de quicio.

–Esta bien.- Digo mientras me pongo de pie.
Y entonces es cuando veo la jeringuilla.

–John, que rayos es eso?-
Sigue mi mirada.

–Ah, Nutmeg.- Dice. –No la he usado.-

–No puedo. No puedo seguir así, John.- Siento que me pongo pálida por momentos. Me aparto.

–¡No, espera!- Parece asustado. –Meg, te juro que no la he usado. Me he metido de todo, pero no eso.

–¿Y por que tienes una jeringuilla, John?- No se si creer en él. –Me tengo que ir.-

–¡Meg! ¡Para! Te necesito. No me dejes ahora. Lo siento. Se que tienes razón. Tengo un problema. La gira ha sido... No sé. Quiero salir de esto.- Dice mientras me mira con expresión seria. –Dejare las drogas, lo haré, pero no pienso ingresar en ninguna clínica.-












Hola, ya estoy de regreso, es bueno saber que aun les gusta el fic :) pero bueno, quiero hacer una pregunta. ¿Ustedes con que canción definirían el fic? Puede ser cualquier canción de cualquier banda o cantante, no necesariamente de The Beatles :) gracias por leer el fic y aquí también les dejo el link para mi otro fic One Feeling, One Love :)

sábado, 2 de marzo de 2013

CAPITULO 27.

Enciendo la luz.
–John, ¿No sales?- Pregunto con cautela.

–Otra...- Dice mientras balancea la botella medio vacía.

–No.- Contesto. –Me parece que ya has bebido bastante.-

–¡Otra!- Dice malhumorado.

–No.- Mi voz es firme. –Vamos al hotel.-

–Esta bien, la tomare yo mismo.- Balbucea mientras se pone en pie dando tumbos. Tropieza y corro a ayudarlo. Casi no puedo con él. ¡Necesito a Paul!

–¡John! ¡Sientate, vamos!- Le grito. –Si me esperas aquí, te traeré otra botella.- Le miento mientras camino hacia la puerta.

Paul esta tras bastidores, tomando algunos dulces. Tiene unos veinte en la palma de la mano.
–¿Quieres uno?- Me pregunta.

–No Paul. Necesito que me ayudes con John.-

Deja los caramelos de golpe y me sigue diligente fuera de la habitación. Brian esta encantado charlando con un par de tipos cerca de los sofás y me alegro de que este distraido. No lo quiero cerca. De reojo localizo a Bess y Serena junto a la puerta.

–¿Donde esta?- Farfulla John al ver que vuelvo con las manos vacías.

–¡Venga, colega, te vamos a llevar al hotel.- Le dice Paul mientras lo ayuda a levantarse.

–¿Pero que mierda...?- Pregunta John tomando la mano izquierda de Paul y acercándosela a los ojos para verla mejor. El colorante de los dulces le ha teñido la mano de naranja.

–Es de los dulces.- Le explica Paul.

–Tu y los dulces,  hombre.- Dice y ríe entre dientes. –¡Consigueme una puta botella de vodka!- Grita.

–Cuando estemos en el hotel.- Le dice Paul con tranquilidad. –Venga, tenemos que irnos.-

Sigo a Paul y a un John, que apenas se tiene en pie, hasta el pasillo y luego a la salida. Después me acuerdo de Bess y vuelvo corriendo para despedirme.

–Me tengo que ir.- Le digo atropelladamente.

–Bueno, pues, esta bien.- Contesta sin inmutarse.

La abrazo. Hay tensión entre los dos.

–Lo siento.- Me excuso. –Lo siento ¡Te llamare!- Le prometo y salgo como una exhalación de la sala.

Se esta abriendo un vacío entre las dos y Serena esta ocupando mi lugar. Ya no se con quien puedo contar. John debería ser la respuesta lógica, pero en estos momentos no esta para nadie.

Cuando llegamos al hotel ya ha perdido el conocimiento. Me acomodo en el sofá de su suite y hojeo una revista. Voy a quedarme con él hasta estar segura de que no le pasa nada grave. Paul se sienta a mi lado.

–¿Que haces?- Pregunto.

–Hacerte compañía.- Contesta.

–No tienes por que.-

–Ya lo se.- Se acerca a la cocina y pone una tetera al fuego.–¿Un té?- Pregunta.

–¿Un vodka?- Le espeto. –Perdona, una broma de mal gusto.- Digo –Si me apetece un té gracias.-

–Debe desintoxicarse.- Dice Paul mientras trae las tazas a la mesita. –¿Azúcar?-

–Una cucharada, gracias.- Contesto. –¿Tu crees que estará dispuesto?-

–Brian podría obligarlo.-

–Brian es un imbécil.- Replico.

Paul se ríe entre dientes.
–Que va.-

–Claro que si.-

John sigue inconsciente en la cama. Pedimos servicio a la habitación, con todo lo que ha pasado, hemos olvidado comer un poco.

–¿Por que terminaste con tu novia?- Me atrevo a preguntarle mientras me lanzo por mi porción de tarta.

Casi espero que me cuente otra historia tonta, como que mato a sus peces llenadoles de comida o algo así, pero empuja el pollo con el tenedor y contesta:

–Yo quería hijos y ella no.- Y después se ríe con cierta amargura. –No es algo que pase con cierta frecuencia ¿no? Yo buscaba una relación seria.-

Dejo el tenedor en el plato en señal de solidaridad.

–No es que este obsesionado con casarme ni nada de eso.- Prosiguió. –Si te soy sincero, no estoy muy seguro de creer en todo eso. Pero algún día me gustaría tener hijos. No ahora mismo, pero algún día. Y ella no.-

–Es triste.- Le digo.

–Si. Estaba claro que no estábamos hechos el uno para el otro. La vi el otro día. Estaba con otro tipo.-

–Que embarazoso ¿no?-

–Pues si, un poco.-

–¿Aun sigues enamorado de ella?- Le pregunto.

–No.- Niega con la cabeza. –Pero habría preferido que me hubiera visto con una chica. Ya sabes, para que se de cuenta de lo que se esta perdiendo y ese tipo de cosas.-

Sonrió.
–Te entiendo perfectamente.- Y entonces le cuento lo de mi ex novio. –Ahora esta con otra.- Concluyo.

–¿Sigues enamorada de él?- Mis preguntas se vuelven contra mi.-

–No, que va. Pero, bueno quizá algún día deberíamos dar una vuelta por ahí, a ver si nos encontramos con nuestros respectivos ex.-

Me sonríe de medio lado y me mira a los ojos durante mas tiempo del necesario. Yo aparto la vista rápidamente. Espero que no crea que quiero salir con el en ese plan.

Bostezo.
–¿De verdad te vas a quedar aquí toda la noche?-

–Probablemente.- Contesta.

–Si, eso se te da muy bien.- Digo al recordar que hizo lo mismo por mi en dos ocasiones.

–¿Por que no te acuestas? No tiene sentido que pasemos los dos la noche en vela.-

–En ese caso yo soy la que debe quedarse.- Le contesto. –Es mi jefe.-

–Ya, y yo soy su amigo. Y la sangre es mas espesa que el agua y todo eso.-

–Como quieras.- Ya se que no son familia, pero entiendo lo que quiere decir.

–Podemos desayunar mañana juntos ¿no?- Me dice. –Te buscare a las nueve.-

–Esta bien.- Salgo de la habitación, estoy demasiado cansada para pensar claramente lo que ha pasado, así que ni siquiera lo intento.










Ya se que tarde demasiado en escribir, pero no se preocupen, aunque tarde en subir nuevos capítulos, no dejare de hacerlo, hasta que termine el fic. Espero les guste el cap de hoy :D