sábado, 18 de agosto de 2012

CAPITULO 20.

Para la próxima ciudad, reservo habitaciones en dos hoteles por si tenemos que trasladarnos otra vez, y decido hacerlo ya siempre para lo que queda de la gira. A veces necesitaremos la otra habitacion, otras, la seguridad será mejor y no hará falta, pero es preferible pagar la cancelación y estar preparados para todo. Aunque lo mas probable es que el director nos lo perdone si quiere que volvamos a su hotel en un futuro.

Ahora estamos en Amsterdam, donde nos quedaremos cuatro días y tras el bajón del comienzo de la gira, parece que John ya esta recuperado.
Es por la tarde, y tenemos la noche libre antes del concierto de mañana. Ayer dieron el primero de los tres conciertos de Amsterdam y fue alucinante.

Alguien llama a la puerta. John esta sentado en la cama, tocando las cuerdas de su guitarra y yo estoy enfrente, plácidamente en el sofá. Me levanto para abrir la puerta.

–¡Hola John!- Dice George al tiempo que me mira nervioso. –Estábamos pensando en dar una vuelta por el... bueno, por el barrio rojo. ¿Te apetece venir?-

Yo me pongo tensa de inmediato, pero el contesta al momento que no y me vuelvo a relajar, hasta que añade:
–¿Por que pagar si lo puedes tener gratis?- Y enfatiza sus palabras con un rápido rasgado de guitarra.

George se rie y cierra la puerta tras de si.

–Nutmeg.- Dice John en un tono cortante en cuanto me vuelvo hacia el. Es la primera vez que me llama Nutmeg en semanas, y siento que una oleada de ternura me calienta el corazón. –No me llevaste a aquella chica la otra noche.-

–¿Que?- Pregunto. –¿De que hablas?-

–Lo sabes perfectamente.-

–Te refieres a lo de Viena?- Pregunto para estar segura.

–Hum.-

–Perdona, me pareció que estabas demasiado borracho para darte cuenta.-

–Nunca estoy demasiado borracho.- Afirma, y me guiña un ojo. –Bueno, ¿Adonde quiere ir Paul esta noche?- Pregunta mientras deja la guitarra apoyada contra la cama.

–No lo se, al Dinner Club, o algo así.-

–¿Al Supperclub?-

–Si, eso.-

–Lo conozco. Vale, si reserva una mesa. Ven tu también.-

–Esta bien.- Contesto contenta. Es la primera vez que me incluye en sus planes, desde que estuvimos en Cardiff. –¿A eso de las nueve?- Pregunto.

–Si, esta bien.-




–Eh, se me ha olvidado decirte que mi hermano se ha prometido.- Le dice Paul a John.

Estamos cruzando una canal de camino al restaurante. John queria retar al frio de Amsterdam e ir dando un paseo en vez de tomar el auto. El Supperclub esta a menos de un kilometro del hotel.

–¡Vaya! Que bien, felicitalo de mi parte.-

–¿Como se llama tu hermano?- Pregunto. No es un dato relevante, para la conversación, pero es la única forma de intervenir.

–Mike.- Contesta Paul. –¿Y tu que Meg? ¿Tienes hermanos o hermanas?- Pregunta.

–Tengo una hermana, Susan. Es mayor que yo. Tiene treinta y dos. Esta casada y es aburrida. No nos llevamos bien.

–¿Por que no?- Pregunta John interesado.

–Es una engreida. Y no me gusta su esposo, es un imbécil.-

Los dos se rien.
–Adelante, no te corte Meg.- Dice Paul.

–Es que lo es. Pasamos las ultimas Navidades con mis padres que viven en el sur de Francia.- Explico. –Y una noche, sin decirle a nadie abrió una botella de vino que mi padre conservaba desde hacia siglos. Se bebió la mitad como si fuera agua y no compro nada para reponerla durante todo el tiempo que estuvo alli. Y me da mucha rabia que mi hermana nunca le diga nada.-

–La novia de mi hermano, bueno ahora prometida es un poco así también.- Dice Paul. –A mi padre lo vuelve loco. Enseguida se pone comoda cuando va a casa. Si te pilla curioseando en sus instrumentos o algo así hay que pedirle permiso.-

Me rio.
–¿Era así también con Jane?- Paul parece un poco desconcentrado al oir el nombre de su ex y lamento haberla sacado a colacion, pero se recupera enseguida.

–Si, un poco.- Murmura. –Quizás esa sea una de las razones por las que me dejo.-

John y yo nunca nos enteramos porque habían roto el y Jane. Ahora siento curiosidad.

John nos mira a los dos y sonríe.
–Bueno, ¿Donde esta el maldito restaurante? ¿Y de quien fue la genial idea de ir andando?-



–¿Por que rompieron tu novia y tu?- Le pregunto a Paul, dos horas y varias copas de vino después.

–Atropello a mi perro.-

–¡No!- Exclamo. John se rie entre dientes y entonces miro a Paul con expresión hastiada. –No tienes perro ¿verdad?-

–No desde que lo atropello.- Contesta Paul con cara triste.

–¡Para ya! ¡Dime la verdad!- Le digo mientras le clavo un dedo en las costillas.

–¡Ay! No sigas por ahi o acabaras mal.- Me avisa.

–Esta bien ¡Pero dime ya!-

–Teníamos opiniones diferentes.- Dice

–Ya, ¿Sobre que?- Pregunto.

–No era nada golosa, odiaba los dulces, Megan. De verdad chocábamos en todo.-

–Vale, me rindo.- Digo mientras me recuesto sobre el respaldo de la silla y le dedico a John una mirada de resignación. –¿Es siempre así?- Pregunto

–Eso me temo.- Contesta Joh y llama a una de las exageradamente guapas camareras para pedir otra botella de vino para Paul y para mi. El hace rato que se paso a los licores mas fuertes, lo que significa que Paul y yo ya llevamos dos botellas entre los dos.

–Oh no, yo ya no puedo beber mas.- Protesto.

La camarera nos mira a los tres esperando una respuesta definitiva.

–Traenos la botella.- Le dice John. Apesar de la tenue luz es evidente que esta nerviosa. Intenta ser profesional y no parecer impresionada por la identidad del cliente, pero eso no es facil. Ya nos han interrumpido tres veces clientes del restaurante para pedir autografos. John y Paul los firman muy amablemente, incluso con la boca llena.

–En serio, cuando me paso con la bebida no me tengo en pie.- Aviso.

–¿No querrás que nos pongamos a discutir ahora por el consumo del alcohol, eh, Nutmeg?- Pregunta John arqueando una ceja. –Ademas nosotros te cuidaremos, ¿verdad, Paul?-




Cuando cambiamos de local, yo ya voy bien cargadita. Quería volver al hotel, pero los chicos me arrastran a un club y estoy demasiado borracha para resistirme. Ahora estoy sentada en un oscuro reservado, rodeada por Paul, John, George, Ringo y demás que se nos han unido tras su <<aventura erótica>>.

Mi presencia no les impide contar lo que han hecho. Si no estuviera tan borracha, probablemente me daría asco. Aunque, de todas formas, ya empiezo a encontrarme mal gracias a todo el vino que he bebido.

–¿Te encuentras bien Megan?- Balbucea Paul a mi oído.

–No.- Le contesto de la misma manera. –Me parece que voy a vomitar.-

–¿No ira a echar todo aqui verdad?- Pregunta Ringo.

–¿Te acompaño al baño Megan?-

–Humm...- Asiento con la cabeza, aunque en realidad no quiero que venga conmigo. ¿Donde están las amigas cuando las necesitas?. –En realidad lo que quiero es volver al hotel.-

–Esta bien.- Se pone de pie y me ofrece una mano. Yo poco a poco intento salir del reservado. John me toma por el brazo.

–¿Adonde vas?- Pregunta molesto.

–La llevo al hotel.- Contesta Paul.

–¿Por que?-

–Mirala hombre, esta fatal.-

Tropiezo y Paul evita que me caiga.

–Que va. Estas bien ¿verdad Nutmeg?- John intenta parecer alegre.

–No.- Digo al tiempo que niego con la cabeza.

Paul se dispone a guiarme hacia la salida.

–Oh, venga ya.- Protesta John. –¡La fiesta acaba de empezar!-

–Hasta mañana.- Responde Paul.

Apenas recuerdo nada del viaje hasta el hotel, solo se que de repente me vi delante de la puerta de mi habitacion.
–No encuentro la llave.- Me quejo desesperada y vacío el contenido de mi bolso en la alfombra del pasillo. Inmediatamente, Paul se agacha para tomar la llave, luego recoge todas mis cosas y las mete de nuevo en el bolso mientras yo me apoyo vacilante contra la pared.

–Uh ¿Estas bien Meg?-

No contesto. El mete la llave en la cerradura, abre la puerta y me ayuda a pasar.

–Voy al baño.- Digo.

Cinco minutos después llama a la puerta.

–Meg, estoy preocupado, ¿puedo pasar?-

–Si, arg...-

Estoy de rodillas en el suelo del cuarto de baño, frente al excusado. Todavía no he conseguido vomitar.

–Joder, deja que te ayude con el abrigo, debes estar asada.- Dice y luego añade. –He llamado al servicio de habitaciones. Van a traer ¿unas tostadas?-

Parece sorprendentemente sobrio con todo lo que ha bebido. Pero claro, eso es porque lo comparo con como estoy yo.
Me obliga a comer dos tostadas antes de sentarme en la cama y retirar la colcha. Se arrodilla y me quita los zapatos de tacon, luego se inclina sobre mi y baja la cremallera de mi vestido.

–Así te lo podrás quitar cuando me haya ido.- Me dice, todo un caballero.

A mi se me va la onda e intento sacarmelo por la cabeza, pero se me queda atascado, así que tiene que subir a la cama y ayudarme. Menos mal que llevo sujetador esta noche.

Se sienta en el sofa frente a la cama.

–¿Que haces?- Le pregunto medio ida.

–Me quedo aquí contigo.- Dice mientras se acomoda en el sofá.

–No seas tonto, estoy bien.-

–Meg, no me discutas.-

–Paul, estoy bien, vete a dormir.-

–No, Meg. Duermete.-

–Pues si te quedas.- Le digo, mientras le hago un hueco en la cama. –No puedes dormir ahí.-

Echa un vistazo a la enorme cama, y no tengo que decirselo dos veces.
–Solo si estas segura.- Dice.

–No es la primera vez que dormimos juntos, si, estoy segura.-

A la mañana siguiente, me despierto con un resacon de cuidado.

Gimo.

–¿Estas bien?- Susurra Paul.

–¿Por que le haré caso?- Pregunto con una mano en la frente.

–No tenias otra opcion. Es muy difícil negarle nada.-

–Pero tu lo consigues casi siempre.-

–Son años de experiencia, Meg.- Su voz suena mas grave de lo habitual. Incluso un poco ronca.

Me incorporo lentamente. Necesito urgentemente mis pastillas para el dolor de cabeza, pero no quiero salir de la cama prácticamente desnuda.

–¿Que necesitas?- Pregunta Paul al notar mi ansiedad.

Se lo digo.

–¿Donde están?-

–En mi neceser, en el curto de baño.-

Me trae las pastillas junto con un vaso de agua.
–Venga, tomatelas.-

Hago lo dice y me tumbo a su lado. Mi brazo roza el suyo y me aparto en cuanto me doy cuenta.
De repente salta de la cama.

–¿Adonde vas?- Le pregunto sorprendida.

–Vuelvo a mi habitacion.- Se pone los pantalones. –Tu ya te encuentras bien ¿no?-

–Si, claro.-

Se calza, toma su chaqueta y se dirige hacia la puerta.
–¿Nos vemos en el desayuno?-

–Si.-

Por un momento pienso horrorizada en la posibilidad de que John lo vea salir de mi cuarto y suponga lo  que no es. Pero no lo ve. Y cuando por fin salgo de mi habitacion un poco mas tarde, Paul habia salido.














¿Y ustedes que harían si estuvieran en lugar de Meg? Por lado ella quiere a John, quien al parecer no lo nota y por el otro, Paul es demasiado lindo con ella. Gracias por seguir comentando :) En serio, nunca creí que este fic, llegara a ser tan leído como lo es :D

4 comentarios:

  1. Yo violo a los dos xD ok no xD Bueno si pero no xD
    Oh esa Megan es una loquilla xD Sube pronto *O*

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  2. Si estuviera en el lugar de Meg, apoyo a Lory, violaba a los dos xD Naaah (si) Pues yo insistiría con Lennon e.e
    Cuando lo leí me quedé así con cara de O.O'
    Paul está enamorado de ella 1313 eso espero ._.
    asghjaks pero que hará con John? Bueno John ni la pela xD y es un mujeriego T-T Sube el otro yayaya :'B

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  3. 100% de acuerdo con Lory y Alma xD
    Pero el problema aquí es que Paul es tan tierno,siempre con ella,desde que la conoció fue amable y amigable... u.u y seria muy difícil para Meg resistirse a sus Encantos 1313 ;D

    Peeerooo... Oh John!! ese es el más grande problema! con sus actitudes me vuelve más loca de lo que ya estoy *-*
    Primero el beso con Megan, después su actitud de "haré como que no existes",y después pasándola de copas (aunque ella se paso solita e.e') te da mucho que pensar ¬¬

    No tardes en subir el prox... Espero y estés bien Chica :)

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  4. DIOS MIO!!! JOHN ME VUELVE LOCA NO RESISTIRIA PERO PAUL ES TAN LINDO :3 LO ADORO TANTO ES CIERTO PERO AL PARECER JOHN NOTA INTERES EN ELLA PERO AAAAGGG OK NO ME LO IMAGINO PERO ES QUE ES UN AMOR! LOS ADORO A LOS DOS *O* AGHGGGGG PUBLICA O ME VOLVERAS LOCA TE LO JURO ;)

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