jueves, 19 de diciembre de 2013

Próximos Capítulos...

Ya se que me he tardado en escribir, pero acabo de salir de vacaciones y se me ocurrió la grandiosa idea de mudarme. Ahora toda mi casa es un caos y ni siquiera tengo internet :( pero, ya pronto se arreglará eso. :) La buena noticia, es que he tenido tiempo y ya tengo preparados varios capítulos :D así que en cuanto tenga internet, subiré un mini maratón tanto aquí como en mi otro fic :) Ah! Casi lo olvidaba...
¡FELIZ NAVIDAD! Y ¡FELIZ AÑO NUEVO! :D


viernes, 8 de noviembre de 2013

CAPITULO 32

Cuando vuelve en si, a ultima hora de la mañana de navidad, ya he hecho de nuevo el equipaje y lo he dejado en la entrada, junto con su guitarra.

Hace mucho, cuando yo tenia unos diez años y Susan acababa de marcharse a la universidad, mis padres me llevaron a una casita en un lugar remoto de Yorkshire Dales. Tras hacer unas llamadas, di con él teléfono correcto. Supuse que estaría alquilado en esta época del año, pero esperaba que al menos los dueños pudieran recomendarme algún lugar cercano. Me quede boquiabierta cuando me dijeron que la casa estaba libre y que podría recoger las llaves en unas horas.

Por fin algo de buena suerte.

–Vamos, levanta.- Le ordeno, cuando John comienza a desperezarse.

–¿Donde estoy?- Murmura.

–En Scarborough, John. En casa de mi abuela.- Le recuerdo entristecida.

–Me encuentro fatal.-

–No me extraña, después de todo lo que bebiste anoche. Feliz Navidad de mierda, jefe. Gracias por cumplir tu palabra.-

Me mira extrañado y de repente parece recordar lo que ha ocurrido.

–Uy.- Dice, llevándose una mano a la cabeza.

–No es justo John. Si te llega a pasar algo anoche... Ya seria malo si solo fueras un amigo al que estoy ayudando en un bache. Si te hubieras caído por un acantilado o te hubieras ahogado en el mar, al menos podría llorarte en paz. Pero si le ocurriera algo a John Lennon, todo el puto mundo se enteraría y me haría responsable.

–No seas tan melodramática Meg. No iba a suicidarme.

–¡Ni se te ocurra llamarme melodramática, John!- Ya me ha hecho enojar. –¡Me la estoy jugando por ti!- Guardo silencio y luego añado. –Quizá te este pidiendo demasiado. Lo mejor será que lo deje. Tu haz lo que quieras.-

–¿Dejar el que? ¿Tu trabajo? ¿Dejar de trabajar para mi?- Se incorpora.

–Si.-

–No digas eso.- Parece arrepentido. –Oye, lo siento ¿Esta bien? Dame otra oportunidad. No te des por vencida todavía.

Suspiro.
–Ya. Bueno, a la luz de los recientes acontecimientos...- Lo miro. –Ha habido un cambio de planes.-

Me mira a los ojos expectante.

–Dejamos Scarborough. La tentación es demasiado para ti. Vamos a un lugar en mitad de ninguna parte donde no hay bares, ni licorerias y no tendrás acceso a la mierda que te has estado metiendo. Pero necesito saber que estas conmigo en esto. De verdad. Te tienes que comprometer, si no te llevo de vuelta a Londres.

Sonríe autosuficiente, pero se cuida muy mucho de mofarse de mi "psicología barata" como él la llamaría.

–Si.- Dice, poniéndose de pie para tomar su camiseta seca del radiador. –Venga, vamos para allá.-






Muy corto el capitulo de hoy pero en fin... ¡Hola de nuevo! :D Primero que nada, gracias por seguir leyendo el fic, se que digo muchas veces gracias, pero en verdad me gusta ver sus comentarios :) Comenzare haciendo caso de la recomendación de Ximm sobre responder a las preguntas :) Bueno, mi gusto culposo en la música es...*redobles* megustabanlosJonasBrothersyahoramedamuchapenaadmitirlo.
YA! lo dije :) hahaha bueno como lo dije en mi otro fic, ya casi es mi cumpleaños! (Noviembre 16) ya se que no es relevante, pero me gusta anunciarlo hahaha en fin, espero y les guste el cap y les dejo la pregunta del final :) ¡Cuidense! ¿Cual es su película preferida de los años ochenta?

domingo, 20 de octubre de 2013

CAPITULO 31

La noche es oscura y fría y siento como que se me van a congelar las manos porque me he dejado los guantes en la habitación de invitados de la abuela. Demasiado nerviosa para volver, me meto las manos en los bolsillos del abrigo y camino por la estrecha carretera que lleva a la costa. Me pareció ver un pub abierto, y si yo lo vi, John seguro que también.

No esta en el primer pub, así que pregunto al dueño si hay algún otro bar abierto. Parece molesto, quizá piense que su pub no es lo bastante bueno para mi, así que le digo que estoy buscando a alguien. En el siguiente pub tampoco hay rastro de John, así que repito lo mismo que en el bar anterior y me marcho con la esperanza de que a la tercera, vaya la vencida. Odio a John por hacerme entrar a los pubs sola, donde le típico grupo de viejos, me mira de arriba abajo mientras lo busco por todas partes.

De repente me doy cuenta de que no he mirado en los sanitarios y pienso de que probablemente ahí es donde estará, de rodillas frente al inodoro, o cubierto por su propio vomito. Dios ¿de verdad tengo que volver al primer pub y pedirle al dueño que revise el baño por mi? La sola idea me deprime. Mirare en el tercer pub y después volveré sobre mis pasos.

Entro en un pub oscuro y sucio. El techo esta amarillento por el humo del tabaco acumulado durante años y siento la pesada alfombra roja y blanca bajo mis pies. Noto cinco pares de ojos posarse sobre mi mientras echo un vistazo al local

–¿Te puedo ayudar en algo guapa?- Me pregunta el cantinero.

–No, gracias.- contesto, perfectamente consiente de lo fuera de lugar que estoy haciendo aquí. –Busco a alguien.-

John tampoco esta aquí, así que me dirijo a una puerta que da a otra sala. Esta vacía. Estoy a punto de rendirme y volver al primer pub cuando el cantinero me llama.

–Creo que sé a quien buscas.- Los viejos sentados en la barra, con sus bebidas delante, me observan con escaso interés. –Se marcho hace unos diez minutos.- Me informa.

–¿Adónde fue?- Me siento mas animada por el subidón de adrenalina.

–Ni idea. Tuve que pedirle que se marchara.- Dice serio y por su expresión, imagino que lo corrieron a la fuerza.

–Por favor, no le diga a nadie que ha estado aquí.- Le suplico.

–¿Y por qué carajos iba a hacer algo así?- Contesta. –¡Ni que fuera famoso!- Se calla al ver la cara que pongo. –¿Es famoso?- Me pregunta incrédulo.

–¡Claro que no!- Grito mientras corro a la calle mirando a derecha e izquierda. Me decido por la derecha y corro hacia el mar. Las atracciones de la feria están desiertas, y los recreativos y las heladerías han cerrado por Navidad.

Las olas chocan contra la costa y comienza a llover. ¿Podria ponerse la cosa peor? Que pregunta mas idiota. Y entonces... lo veo.

–¡John!- Grito, pero los elementos ahogan mi voz.

Camina haciendo eses por la calle que esta justo encima de mi. Subo las escaleras corriendo tras de él.

–¡John!- Grito de nuevo. Se da la vuelta lentamente, balanceándose. Esta completamente borracho. –¿Que has hecho?- Lo miro desesperada.

–Necesitaba tabaco.- Farfulla, mientras intenta aspirar el humo de un cigarrillo que hace tiempo se convirtió en colilla. –Ya no dejan fumar en ningún sitio. Es una puta mierda.

–Venga.- Le tomo del brazo.

Tardamos un siglo y estoy empapada y helada, pero por fin llegamos a casa. Pienso en como la abuela se revolvería en su tumba si me viera así. Siempre fue muy protectora conmigo.

Comienzo a dudar de mi misma otra vez. ¿Estoy loca por pensar que podría ayudarlo? ¿Lo llevo de vuelta a Londres?
No Meg. No te rindas.

Consigo que llegue al cuarto de estar antes de que pierda el conocimiento. Casi lloro de frustración al intentar quitarle la ropa mojada. Enciendo la chimenea eléctrica y cojo varias mantas de arriba. Se que no voy a poder subirlo yo sola por las escaleras. De hecho, me parece que voy a tener que replantear toda mi estrategia.














Pensé que no tendría tiempo de subir nuevo capitulo, pero aquí lo tienen :) gracias por seguir leyendo :D en verdad, me gusta saber que las cosas que escribo le gustan e interesan a alguien. Por ultimo les dejare una pregunta, ojala puedan responderla :) ¿Tienen algún gusto musical que les de pena admitir? ¡Cuidense!

domingo, 13 de octubre de 2013

CAPITULO 30

Es Nochebuena y Scarborough parece una ciudad fantasma. Han apagado todas las luces de la costa y un silencio extraño lo domina todo. De repente, pasar un rato en la (en otro tiempo) cálida y acogedora casa de mi abuela me produce cierto desasosiego.

Giro a la derecha y desemboco en la estrecha carretera que lleva al castillo. Aparcar aquí arriba es una pesadilla, aso que probablemente tengamos que dar un paseo. Es una noche ventosa, pero gracias a Dios no llueve y no llevamos mucho equipaje. Solo he tomado lo básico. John se ha traído también su guitarra, que, supongo para el es imprescindible.

Llegamos a casa de la abuela y al levantar la vista hacia las oscuras ventanas me invade una oleada de tristeza. Me acerco a la casa del vecino para pedirle las llaves y me da el pésame mientras John espera frente a la puerta.

La casa todavía esta llena de las cosas de la abuela; mamá y papá no han tenido tiempo de venir por aquí. Resulta extraño ver sus queridas fotos sobre la chimenea; fotos de mi familia, fotos que cuentan mi historia.

–¿Te enseño tu habitación?- Le pregunto con un nudo en la garganta.

–Esta bien.-

No nos quitamos los abrigos de momento porque la casa esta helada. John me sigue por la estrecha escalera. La abuela tenia tres dormitorios, pero uno se acabo convirtiendo en una especie de trastero, así que a efectos prácticos, la casa solo tiene dos dormitorios. No se muy bien que hacer. En un principio me parece que lo mas natural seria instalar a John en la habitación de invitados, pero luego pienso que quizá debería tener el cuarto mas grande.

–¿Te parece bien este?- Pregunto mientras examino por encima la pequeña cama doble de mi abuela cubierta con su colcha de color verde oscuro. Todo parece en orden, aunque no tan limpio como habría estado si ella aun viviera aquí. Intento no ponerme triste. –Se que estas acostumbrado a otra cosa...-

–Es un cuarto estupendo.- Dice dandome un codazo. Luego entra y apoya la guitarra contra la cómoda de madera de la abuela.

–La casa se calentara enseguida.- Le aseguro.

–Meg, que esta bien.-

–¿Te apetece ver la tele? Es alucinante que estemos en Nochebuena, ¿verdad?- Intento animarme un poco.

–Bajare en unos minutos.- Dice.

Y unos cuantos minutos despues, asoma la cabeza por la puerta.

–¿Qué? ¿Adónde?- Me incorporo alarmada.

–Voy un momento al pub.-

–¿Como que vas al pub? Dijiste que no ibas a beber más.

–Tranquila Nutmeg. No voy a beber. Tengo que comprar tabaco.-

–Esta bien.- Contesto, no muy convencida.

–Nunca dije nada de dejar de fumar.- Señala.

–No, ya lo se, pero creo que te voy a acompañar.- Y hago ademán de levantarme. –O también puedo ir yo a buscártelo.

–No, no te molestes, será solo un momento.-

–John, creo que debería acompañarte. No quiero que cometas una equivocación.- Le digo sentada en el borde del sofá.

–Meg, no.- Dice con firmeza. –Para que esto funcione, vas a tener que confiar en mi. Volveré dentro de diez minutos.-

Cierra con un portazo al salir y yo me hundo de nuevo en el sofá. Pero no me puedo concentrar. Estoy angustiada. Si le pasara algo aquí, estaría totalmente sola. La idea me aterra.

Ha pasado ya media hora y aún no ha vuelto, y yo me estoy volviendo loca de preocupación. Me digo a mi misma que no pasa nada, que estará todo cerrado y será difícil comprar tabaco, pero no consigo calmarme.
Pasa otra media hora. ¿Dónde esta? Quizá se haya perdido. Pero Scarborough es grande. Si saliera ahora, podría buscarlo durante horas y no encontrarlo. ¡Ah, Dios! ¿Y si se cae por un acantilado al mar?
¡He matado a John Lennon! Eso será lo que dirá Brian. Sus fans enloquecidos me perseguirán hasta el fin de mis días. Tengo que hacer algo.

Me levanto, me pongo el abrigo que me he quitado hace solo un rato y tomo el bolso y las llaves. Camino hacia la puerta, pero me paro antes de abrirla.

¿Y si solo ha ido a dar un paseo? ¿Y si vuelve cuando yo no estoy? No podrá entrar. Y, si sucede algo así, probablemente acabaria bebiendo otra vez. Tendría que ir a algún lugar caliente... un pub. ¡Joder!

Vuelvo sobre mis pasos y me acomodo en el sofá durante otra hora, tras la cual comienzo a pensar que no tengo más opción que salir a buscarlo. No puedo llamar a todos los pubs y bares. ¿Qué iba a decir?: Perdone, ¿está por ahí John Lennon? Ya sabe la estrella internacional, parte de The Beatles, ese que no ha aparecido en su propia fiesta de fin de gira. Si, ese ¿está tirado en alguna esquina? ¿No? Bueno, gracias, probaré en el siguiente bar.

Seria una forma curiosa de llamar la atención.

No tengo elección. Saldré a buscarlo.











¡Hola de nuevo! Al parecer a nadie le gusta comentar este fic :( pero si lo han revisado, al menos eso es algo :) Gracias por hacerlo :D ¡Aquí les dejo otro capitulo mas, cuidense! y por cierto ustedes que creen, ¿que Meg si encuentre a John o no? Por cierto, si pueden pasen a mi otro fic One Feeling, One Love les aseguro que les encantara :)

domingo, 6 de octubre de 2013

CAPITULO 29

Ya sé cómo va a reaccionar Brian ante mis planes y soy demasiado cobarde para contárselos cara a cara. Lo llamare cuando estemos de viaje. Pero antes necesito organizar varias cosas como: alquilar un coche, llamar a mis padres...

–Papá, necesito un favor.-

–Cariño, justo ahora estábamos hablando de ti. ¿Que pasa con John? Por todas partes se dicen cosas horribles de él...-

–Papá, por favor, John me necesita y le voy a ayudar.-

–¿Es Meg? ¡Dejame hablar con ella!- Oigo a mi madre de fondo.

–No, Samantha, ¡yo me encargo!- Contesta mi padre con firmeza.

–¡Dame el maldito teléfono!- Me parece percibir cierto forcejeo y luego la voz de mi madre. –¿Que haces? ¿Que pasa?-

–Mamá, estaba hablando con papá.-

–Tu padre no se puede poner ahora, habla conmigo.- Dice.

–Esta bien. Estaba pensando si me podrías dejar la casa de la abuela por un tiempo.

–¿Para que?- Pregunta mi madre.

–Tengo que llevar ahí a John.-

–¡Ese John Lennon solo sabe causar problemas! ¡Lo supe desde el principio!-

–Mamá, pero si no sabias ni quien era hasta que empecé a trabajar para él.-

–¡Claro que lo conocía!- Dice poniéndose a la defensiva.

–Ya, bueno, necesita apartarse de todo.-

–Lo que tiene que hacer es conseguir ayuda profesional, me parece.-

–No quiere ingresar a ninguna clínica, mamá. Necesita descansar en un lugar apartado ¿Me ayudas o no?-

Quedamos en que avisaran al vecino de la abuela para que me dé el juego de llaves extra, después salgo del hotel y recojo el coche alquilado, para no llamar la atención con el coche de John.
La recepcionista del hotel parece sorprendida cuando liquido la cuenta antes de tiempo, así que tenemos que salir de ahí cuanto antes, no vaya a ser que hable con alguien de la gira.

Al llegar a la habitación suena el teléfono, llevo toda la mañana sin responder alguna llamada, pero al final me decido por responder esta.

–¿Como esta?- La voz al otro lado de la linea me tranquiliza, se trata de Paul.

–No va a asistir a la fiesta de fin de gira esta noche.- Le digo.

–¿Como que no?-

–No esta bien, Paul. Necesita salir de aquí.-

–Lo que necesita es ingresar en una clínica, Meg.-

–Pues no quiere, ya lo he hablado con él.-

–Pasamelo. Dejame hablar con él.-

–Lo siento, no quiere hablar con nadie y contigo menos.-

–Necesita la ayuda de profesionales Meg- Dice Paul. –No podrás con él.-

–Quizá tengas razón Paul, pero lo voy a intentar.-

Después de colgar con Paul, salimos hacia el coche. Media hora después paramos en una estación y llamo a Brian. Esta furioso como era de esperar.

–No esta en condiciones de hablar con la prensa esta noche Brian.-

–¡Eso no lo decides tu, linda! ¿Sabes el problema que me espera si tengo que llamar a todo el mundo para cancelarlo todo? ¿Tienes idea de a cuantas personas importantes vamos a hacer enojar? ¿O como va a afectar esto su relación con la prensa y por si fuera poco también las futuras ventas del siguiente álbum?

–Lo siento pero es imposible.- Mantengo la voz calmada. –Perdona, pero tengo que dejarte.-

–¡Ni se te ocurra colgarme!-

–Le cuelgo y regreso al auto. John esta apoyado contra el cristal con las gafas puestas. Yo creo que se ha dormido.

Avanzamos por la M1 hacia el norte. Mis padres son los únicos que saben adonde vamos y me han jurado que guardaran el secreto.
Las palabras de Brian exigiendo que volviera inmediatamente al hotel aun retumban en mi cabeza. Suspiro tratando de concentrar mi mente en el camino.

–¿Esta bastante enojado eh?- Murmura John a mi lado.

–Si, un poco.- Enciendo la luz intermitente para indicar que voy a ocupar el carril rápido.

–Al fin, que maldito alivio.- Dice John.-

–¿El qué? ¿Es un alivio que este enojado?- Pregunto confundida.-

–No, es un maldito alivio que decidas acelerar. Voy mas rápido a pie.-

No me rió. No estoy de humor.

–Por cierto, ¿adonde vamos?- Pregunta.

–A Scarborough. A la casa de mi abuela.-

–¿La que murió?-

–Sí.-

–Que miedo.- Dice estremeciéndose.

–¡No da miedo!- Le respondo.

–Perdona.- Parece arrepentido. –¿Es la abuela que te regalo aquel collar?-

Que curioso. ¿De verdad se acuerda del collar que me puse para el estreno de la película de Amber?

–Ya sabes, ese rojo brillante que te pusiste para el estreno de la innombrable.- Prosigue cuando no contesto.

–Si, se a cual te refieres. Si, es la abuela que me lo regalo.

En la radio, el locutor habla de un concurso en el que el premio son dos entradas para la fiesta de fin de gira de The Beatles. Brian no debe haber tenido tiempo para avisar a la prensa todavía. Probablemente aun creerá que vamos a dar media vuelta y regresar al hotel.

John se incorpora y apaga la radio.
–No quiero oír mas del tema, lo siento.-

Después, guarda silencio.
Cuanto mas nos alejamos de Londres, mas intranquila me siento. ¿Y si Brian tiene razón? ¿Estoy poniendo la carrera de John en peligro al llevármelo así? ¿Que pensara de mi su compañía discografica? ¿Que mierda estoy haciendo? ¿Quien mierda soy yo? Una simple asistente personal que trabajaba en un estudio de arquitectos, ¡Por amor de Dios! ¿Que se yo de todo esto?
Miro de reojo a John. Tiene un sueño agitado. Luego vuelvo a concentrarme en la carretera.













¡Hola! Si es que alguien sigue leyendo el Fanfic claro, espero les guste, desgraciadamente el final cada vez esta mas cerca :S pero aun falta. Me encantan los comentarios, así que pongan muchos muchos muchos contándome que imaginan que pasara con John y Meg al final :D

domingo, 17 de marzo de 2013

CAPITULO 28

A las nueve en punto en la mañana siguiente, alguien llama a la puerta de mi habitación.
–¿Se ha despertado?-

–Ahora empezaba a desperezarse.- Contesta Paul. –Le duele bastante la cabeza.-

Bajamos al restaurante para comer un poco. Después volvemos a la habitación de John, pensamos que seguirá en la cama, así que Paul utiliza la llave de la habitación que tomo antes de la mesilla de noche.

Entramos en el cuarto y lo primero que vemos es la cama vacía. Doblamos una esquina y nos topamos con la imagen de John tomando ácido, mientras fuma de un porro.

–¡John! ¿Que mierda estas haciendo?- Grita Paul mientras corre hacia él. –Tienes un problema, hombre.-

–¡Largo!- Grita John. –¡Ni se te ocurra tocar eso!- Y toma la mano de Paul que estaba a punto de tirar la marihuana de la mesa.

–¡Necesitas ayuda, amigo!-

John se ríe con desprecio y toma el ácido. Paul y yo vemos impotentes como lo hace delante de nosotros. Después se recuesta sobre el sofá con una botella de whisky en la mano.

–Meg, ¿me acercas el paquete de tabaco?- Me pregunta.

–Vete a la mierda.- Le espeta Paul. –No actúes como si no pasara nada, porque si pasa. Vas a acabar tan jodido como hace seis años.-

–Oh, ¿y eso como lo sabes?- John lo mira enojado.

–Oye si no estaba contigo fue únicamente culpa tuya.-

–Si, si.- Contesta John. –Ya lo se, si no me hubiese tirado a tu puta novia... Por eso no querías presentarme a Jane.- Añade John como si aquello le diera igual. – También me la hubiera tirado.-

–Eres un hijo de puta.- Dice Paul dando un paso hacia adelante, pero se detiene en seco. Si las miradas matasen, John seria un cadáver ahora mismo.

–¿Como te atreves a hablar así de mi difunta madre.- Dice John fingiendo indignación.

–Jodete imbécil. Deja de utilizar a tu madre muerta para dar lastima.

–¡Paul!- Grito.

–Es verdad Meg, lo hace constantemente.-

–Ya basta.- Intervengo. ¡Ya basta, los dos!-

–No, no pienso dejarlo.- Contesta Paul. –Te conozco John Lennon. Eres un pirado hijo de puta. Sin animo de ofender a la señora Lennon.

Antes de darme cuenta, John se levanta del sofá y se ha lanzado contra Paul.

–¡Paren!- Grito mientras John empuja a Paul contra la mesita de café. Esta se rompe bajo su peso y la marihuana sale volando en todas direcciones. Paul se incorpora rápidamente y le pega un puñetazo a John en toda la cara. John da unos pasos hacia atrás y luego intenta devolverle el golpe, pero falla. Paul toma su abrigo, nos lanza una mirada a los dos que detendría el trafico y sale de la habitación. John se derrumba sobre el sofá. Yo me acerco. Le sangra la nariz.

–¡Mierda!- Digo mientras intento apartarle la mano de la cara para ver si tiene la nariz rota. Aunque no se si sabría identificarla porque en mi vida he visto una.

–Espera, iré por hielo.-

No hay en la neverita de la habitación, así que llamo al servicio de habitaciones. John toma la botella de whisky y le da un trago.

–¡John, por favor! ¡Ya has bebido demasiado!-

–Es para el dolor.- Dice taciturno.

–John, por favor.- Repito. –Necesitas ayuda. No puedes hablar con la prensa en este estado.

–No pienso ir a ninguna clínica o algo por el estilo.-

–Venga, John, necesitas alejarte de todo esto.-

–No pienso desintoxicarme.- Insiste. –Tu puedes ayudarme Nutmeg. Tu siempre me ayudas, Nutmeg.- Me toma de la mano, tira de ella hacia abajo y me mira con sus tristes ojos casi verdes.

–No te puedo ayudar si no te ayudas tu mismo.- Digo.

Resopla entre carcajadas y lo miro enfadada.

–Perdona, perdona.- Dice, intentando poner una cara seria. –¿No te puedo ayudar si no te ayudas tu mismo?- Se burla de mi, mas o menos como Brian lo hace. Esas cosas me sacan de quicio.

–Esta bien.- Digo mientras me pongo de pie.
Y entonces es cuando veo la jeringuilla.

–John, que rayos es eso?-
Sigue mi mirada.

–Ah, Nutmeg.- Dice. –No la he usado.-

–No puedo. No puedo seguir así, John.- Siento que me pongo pálida por momentos. Me aparto.

–¡No, espera!- Parece asustado. –Meg, te juro que no la he usado. Me he metido de todo, pero no eso.

–¿Y por que tienes una jeringuilla, John?- No se si creer en él. –Me tengo que ir.-

–¡Meg! ¡Para! Te necesito. No me dejes ahora. Lo siento. Se que tienes razón. Tengo un problema. La gira ha sido... No sé. Quiero salir de esto.- Dice mientras me mira con expresión seria. –Dejare las drogas, lo haré, pero no pienso ingresar en ninguna clínica.-












Hola, ya estoy de regreso, es bueno saber que aun les gusta el fic :) pero bueno, quiero hacer una pregunta. ¿Ustedes con que canción definirían el fic? Puede ser cualquier canción de cualquier banda o cantante, no necesariamente de The Beatles :) gracias por leer el fic y aquí también les dejo el link para mi otro fic One Feeling, One Love :)

sábado, 2 de marzo de 2013

CAPITULO 27.

Enciendo la luz.
–John, ¿No sales?- Pregunto con cautela.

–Otra...- Dice mientras balancea la botella medio vacía.

–No.- Contesto. –Me parece que ya has bebido bastante.-

–¡Otra!- Dice malhumorado.

–No.- Mi voz es firme. –Vamos al hotel.-

–Esta bien, la tomare yo mismo.- Balbucea mientras se pone en pie dando tumbos. Tropieza y corro a ayudarlo. Casi no puedo con él. ¡Necesito a Paul!

–¡John! ¡Sientate, vamos!- Le grito. –Si me esperas aquí, te traeré otra botella.- Le miento mientras camino hacia la puerta.

Paul esta tras bastidores, tomando algunos dulces. Tiene unos veinte en la palma de la mano.
–¿Quieres uno?- Me pregunta.

–No Paul. Necesito que me ayudes con John.-

Deja los caramelos de golpe y me sigue diligente fuera de la habitación. Brian esta encantado charlando con un par de tipos cerca de los sofás y me alegro de que este distraido. No lo quiero cerca. De reojo localizo a Bess y Serena junto a la puerta.

–¿Donde esta?- Farfulla John al ver que vuelvo con las manos vacías.

–¡Venga, colega, te vamos a llevar al hotel.- Le dice Paul mientras lo ayuda a levantarse.

–¿Pero que mierda...?- Pregunta John tomando la mano izquierda de Paul y acercándosela a los ojos para verla mejor. El colorante de los dulces le ha teñido la mano de naranja.

–Es de los dulces.- Le explica Paul.

–Tu y los dulces,  hombre.- Dice y ríe entre dientes. –¡Consigueme una puta botella de vodka!- Grita.

–Cuando estemos en el hotel.- Le dice Paul con tranquilidad. –Venga, tenemos que irnos.-

Sigo a Paul y a un John, que apenas se tiene en pie, hasta el pasillo y luego a la salida. Después me acuerdo de Bess y vuelvo corriendo para despedirme.

–Me tengo que ir.- Le digo atropelladamente.

–Bueno, pues, esta bien.- Contesta sin inmutarse.

La abrazo. Hay tensión entre los dos.

–Lo siento.- Me excuso. –Lo siento ¡Te llamare!- Le prometo y salgo como una exhalación de la sala.

Se esta abriendo un vacío entre las dos y Serena esta ocupando mi lugar. Ya no se con quien puedo contar. John debería ser la respuesta lógica, pero en estos momentos no esta para nadie.

Cuando llegamos al hotel ya ha perdido el conocimiento. Me acomodo en el sofá de su suite y hojeo una revista. Voy a quedarme con él hasta estar segura de que no le pasa nada grave. Paul se sienta a mi lado.

–¿Que haces?- Pregunto.

–Hacerte compañía.- Contesta.

–No tienes por que.-

–Ya lo se.- Se acerca a la cocina y pone una tetera al fuego.–¿Un té?- Pregunta.

–¿Un vodka?- Le espeto. –Perdona, una broma de mal gusto.- Digo –Si me apetece un té gracias.-

–Debe desintoxicarse.- Dice Paul mientras trae las tazas a la mesita. –¿Azúcar?-

–Una cucharada, gracias.- Contesto. –¿Tu crees que estará dispuesto?-

–Brian podría obligarlo.-

–Brian es un imbécil.- Replico.

Paul se ríe entre dientes.
–Que va.-

–Claro que si.-

John sigue inconsciente en la cama. Pedimos servicio a la habitación, con todo lo que ha pasado, hemos olvidado comer un poco.

–¿Por que terminaste con tu novia?- Me atrevo a preguntarle mientras me lanzo por mi porción de tarta.

Casi espero que me cuente otra historia tonta, como que mato a sus peces llenadoles de comida o algo así, pero empuja el pollo con el tenedor y contesta:

–Yo quería hijos y ella no.- Y después se ríe con cierta amargura. –No es algo que pase con cierta frecuencia ¿no? Yo buscaba una relación seria.-

Dejo el tenedor en el plato en señal de solidaridad.

–No es que este obsesionado con casarme ni nada de eso.- Prosiguió. –Si te soy sincero, no estoy muy seguro de creer en todo eso. Pero algún día me gustaría tener hijos. No ahora mismo, pero algún día. Y ella no.-

–Es triste.- Le digo.

–Si. Estaba claro que no estábamos hechos el uno para el otro. La vi el otro día. Estaba con otro tipo.-

–Que embarazoso ¿no?-

–Pues si, un poco.-

–¿Aun sigues enamorado de ella?- Le pregunto.

–No.- Niega con la cabeza. –Pero habría preferido que me hubiera visto con una chica. Ya sabes, para que se de cuenta de lo que se esta perdiendo y ese tipo de cosas.-

Sonrió.
–Te entiendo perfectamente.- Y entonces le cuento lo de mi ex novio. –Ahora esta con otra.- Concluyo.

–¿Sigues enamorada de él?- Mis preguntas se vuelven contra mi.-

–No, que va. Pero, bueno quizá algún día deberíamos dar una vuelta por ahí, a ver si nos encontramos con nuestros respectivos ex.-

Me sonríe de medio lado y me mira a los ojos durante mas tiempo del necesario. Yo aparto la vista rápidamente. Espero que no crea que quiero salir con el en ese plan.

Bostezo.
–¿De verdad te vas a quedar aquí toda la noche?-

–Probablemente.- Contesta.

–Si, eso se te da muy bien.- Digo al recordar que hizo lo mismo por mi en dos ocasiones.

–¿Por que no te acuestas? No tiene sentido que pasemos los dos la noche en vela.-

–En ese caso yo soy la que debe quedarse.- Le contesto. –Es mi jefe.-

–Ya, y yo soy su amigo. Y la sangre es mas espesa que el agua y todo eso.-

–Como quieras.- Ya se que no son familia, pero entiendo lo que quiere decir.

–Podemos desayunar mañana juntos ¿no?- Me dice. –Te buscare a las nueve.-

–Esta bien.- Salgo de la habitación, estoy demasiado cansada para pensar claramente lo que ha pasado, así que ni siquiera lo intento.










Ya se que tarde demasiado en escribir, pero no se preocupen, aunque tarde en subir nuevos capítulos, no dejare de hacerlo, hasta que termine el fic. Espero les guste el cap de hoy :D 

lunes, 7 de enero de 2013

CAPITULO 26.

–Me preocupa.- Le digo a Paul nueve dias despues. Estamos en el vestibulo del hotel donde nos alojaremos para el concierto en Liverpool.

Son las seis de la tarde y John aun esta en cama. Su comportamiento me recuerda al del principio de la gira, excepto que esta vez a la depresión hay que sumarle las drogas.

Tuve que pedirle ayuda a Brian para levantar a John del suelo la semana pasada. Incluso el se vino abajo al verlo tan mal.

–¿Estará en condiciones para el concierto de esta noche?- Pregunta Paul.

–Eso espero.- Contesto.

John no esta en condiciones ni de lejos, pero a Brian no le preocupa en lo absoluto. Le sirve un whisky de camino al concierto e intenta contagiarlo con su entusiasmo.

–¡De nuevo en Liverpool! Será muy diferente a la ultima vez ¿Eh?-

John no contesta. Esta sentado en la parte de atras del autobus, apartado del resto del grupo que ya ha empezado a beber en la parte delantera. Mira distraído por la ventana.

Durante la gira hemos ido combinando el autobús con el avión privado y aunque parezca extraño, el autobús suele ser mas cómodo, aunque lo de ir en avión privado es una experiencia que no olvidare nunca. Ojala los viajes en avión fueran siempre asi; comidas de gourmet, champán y nada de hacer cola.

–Mira, venga, tomate otro whisky.- Brian intenta parecer animado. Pero John no le hace el menor caso.
–Venga chico, vamos.- Brian balancea la botella. –Este whisky es de lo mejor. Venga, vamos a beber un poco.-

–Brian, me parece que John no quiere whisky.- Intervengo.

–¡No te metas en esto! ¡Yo se lo que le conviene!- Me contesta Brian.

–No le hables asi- Dice Paul con firmeza.

Brian se levanta y camina por el pasillo para unirse a la fiesta que han montado en la parte delantera.

–¿Estas bien?- Le pregunta Paul a su amigo.

John suspira.
–Si.-

–Es evidente que no.- Dice Paul mirandome de reojo.

John suspira de nuevo y se vuelve para observarnos.
–¿Y que mas da?- Contesta y toma la botella que ha dejado Brian.

–John ¿No crees que ya has bebido bastante?- Le pregunto con cautela.

Se rie con desprecio y le da un sorbo
–¿Y tu, que pasa? ¿Te crees mi madre o que? Oh, no, espera.- Añade con sarcasmo. –Si esta muerta.-

Respiro ondo.

–Ya solo queda el concierto de esta noche y enseguida volveras a Londres y podras descansar un poco.- Paul sigue hablando como si no hubiese escuchado las ultimas palabras de John.

–Si, y la puta fiesta.- John lo mira con expresion sarcastica. La fiesta de fin de gira es mañana por la noche y todo el que es alguien esta invitado. Unos cuantos periodistas elegidos de varias publicaciones incluso estan dispuestos a sacrificar su noche buena para poder entrevistarlo durante solo unos minutos.


Lo observo detras de bambalinas y su actuacion me parece fria. No interactua con su publico y es una pena porque esta noche estan aqui todos los criticos britanicos. Un miembro del equipo de seguridad me trae a Bess cuando el concierto ya ha terminado y por fin conozco a la famosa Serena. La verdad es que es muy guapa; bajita, con el cabello oscuro y corto, piel aceituna y ojos marrones.

Le doy a Bess un fuerte abrazo y estrecho la mano de Serena que mira a todas partes como alucinada. Seguro que espera ver a John pero no esta por aqui.

–¿Les ha gustado el concierto?- Les pregunto

–¡Si, ha estado genial!- Responde Bess entusiasmada.

–Ha estado muy bien.- Corrobora Serena, distraida. Se echa el pelo para atras y luego apoya una mano sobre la cadera para dejarla caer al momento. Es evidente que intenta parecer indiferente, pero seria mucho mas sincera si se pusiera a dar saltitos de emocion.

–Me parece que John esta en su camerino.- Les digo para que se queden mas tranquilas. –No creo que tarde mucho en salir.–

En ese momento aparece Paul.
–Eh, Meg ¿Quieres algo de beber?- Me pregunta.

–Vale. Paul, esta es mi amiga Bess y su compañera de piso, Serena.-

–Hola.- Les estrecha las manos, con lo cual ellas se sonrojan y sonrien sin parar. –Bess...- Dice pensativo. –¿No vivias antes con Meg?-

–Vaya, si te acuerdas.- Digo. –Vamos todos a beber algo.-

Pasan cuarenta y cinco minutos increiblemente largos y John sigue sin aparecer. Paul nos hace compañia la primera media hora, hasta que se cansa de charlar. En estos momentos el grupo esta bebiendo en la sala donde también alternan las groupies. La presencia de Bess hace que me avergüence del espectáculo y me entran unas ganas enormes de largarme a ver que hace John. Esa es la excusa que pongo para desaparecer.

–¿Te podemos acompañar?- Me pregunta con el alma en vilo. Los ojos de Serena se iluminan con la posibilidad.

–Hum, no.- Les contesto apenada.

El rostro de Bess es la viva imagen de la decepción  y Serena parece a punto de echarse a llorar.

–Claro, estas trabajando.- Me disculpa Bess.

–Intentare convencerlo para que salga.- Le digo. Siento lastima por ella.
En cuanto lo veo, se que no lo hara. Esta sentado en una silla de su camerino, fumando un cigarrillo con las luces apagadas. Se ha bebido ya media botella de vodka.













Hola de nuevo, hace mucho que no escribía :S pero ya estoy aquí de vuelta. Habra un pequeño cambio el los capítulos, como lo notaran, antes eran un poco largos y asi, pero ahora serán un poquitín mas cortos, espero no les moleste, pero no se preocupen, porque no descansare hasta que termine este fic, algo que NO sera pronto :D Bien, espero sus comentarios y gracias por seguir leyendo! :)