domingo, 13 de octubre de 2013

CAPITULO 30

Es Nochebuena y Scarborough parece una ciudad fantasma. Han apagado todas las luces de la costa y un silencio extraño lo domina todo. De repente, pasar un rato en la (en otro tiempo) cálida y acogedora casa de mi abuela me produce cierto desasosiego.

Giro a la derecha y desemboco en la estrecha carretera que lleva al castillo. Aparcar aquí arriba es una pesadilla, aso que probablemente tengamos que dar un paseo. Es una noche ventosa, pero gracias a Dios no llueve y no llevamos mucho equipaje. Solo he tomado lo básico. John se ha traído también su guitarra, que, supongo para el es imprescindible.

Llegamos a casa de la abuela y al levantar la vista hacia las oscuras ventanas me invade una oleada de tristeza. Me acerco a la casa del vecino para pedirle las llaves y me da el pésame mientras John espera frente a la puerta.

La casa todavía esta llena de las cosas de la abuela; mamá y papá no han tenido tiempo de venir por aquí. Resulta extraño ver sus queridas fotos sobre la chimenea; fotos de mi familia, fotos que cuentan mi historia.

–¿Te enseño tu habitación?- Le pregunto con un nudo en la garganta.

–Esta bien.-

No nos quitamos los abrigos de momento porque la casa esta helada. John me sigue por la estrecha escalera. La abuela tenia tres dormitorios, pero uno se acabo convirtiendo en una especie de trastero, así que a efectos prácticos, la casa solo tiene dos dormitorios. No se muy bien que hacer. En un principio me parece que lo mas natural seria instalar a John en la habitación de invitados, pero luego pienso que quizá debería tener el cuarto mas grande.

–¿Te parece bien este?- Pregunto mientras examino por encima la pequeña cama doble de mi abuela cubierta con su colcha de color verde oscuro. Todo parece en orden, aunque no tan limpio como habría estado si ella aun viviera aquí. Intento no ponerme triste. –Se que estas acostumbrado a otra cosa...-

–Es un cuarto estupendo.- Dice dandome un codazo. Luego entra y apoya la guitarra contra la cómoda de madera de la abuela.

–La casa se calentara enseguida.- Le aseguro.

–Meg, que esta bien.-

–¿Te apetece ver la tele? Es alucinante que estemos en Nochebuena, ¿verdad?- Intento animarme un poco.

–Bajare en unos minutos.- Dice.

Y unos cuantos minutos despues, asoma la cabeza por la puerta.

–¿Qué? ¿Adónde?- Me incorporo alarmada.

–Voy un momento al pub.-

–¿Como que vas al pub? Dijiste que no ibas a beber más.

–Tranquila Nutmeg. No voy a beber. Tengo que comprar tabaco.-

–Esta bien.- Contesto, no muy convencida.

–Nunca dije nada de dejar de fumar.- Señala.

–No, ya lo se, pero creo que te voy a acompañar.- Y hago ademán de levantarme. –O también puedo ir yo a buscártelo.

–No, no te molestes, será solo un momento.-

–John, creo que debería acompañarte. No quiero que cometas una equivocación.- Le digo sentada en el borde del sofá.

–Meg, no.- Dice con firmeza. –Para que esto funcione, vas a tener que confiar en mi. Volveré dentro de diez minutos.-

Cierra con un portazo al salir y yo me hundo de nuevo en el sofá. Pero no me puedo concentrar. Estoy angustiada. Si le pasara algo aquí, estaría totalmente sola. La idea me aterra.

Ha pasado ya media hora y aún no ha vuelto, y yo me estoy volviendo loca de preocupación. Me digo a mi misma que no pasa nada, que estará todo cerrado y será difícil comprar tabaco, pero no consigo calmarme.
Pasa otra media hora. ¿Dónde esta? Quizá se haya perdido. Pero Scarborough es grande. Si saliera ahora, podría buscarlo durante horas y no encontrarlo. ¡Ah, Dios! ¿Y si se cae por un acantilado al mar?
¡He matado a John Lennon! Eso será lo que dirá Brian. Sus fans enloquecidos me perseguirán hasta el fin de mis días. Tengo que hacer algo.

Me levanto, me pongo el abrigo que me he quitado hace solo un rato y tomo el bolso y las llaves. Camino hacia la puerta, pero me paro antes de abrirla.

¿Y si solo ha ido a dar un paseo? ¿Y si vuelve cuando yo no estoy? No podrá entrar. Y, si sucede algo así, probablemente acabaria bebiendo otra vez. Tendría que ir a algún lugar caliente... un pub. ¡Joder!

Vuelvo sobre mis pasos y me acomodo en el sofá durante otra hora, tras la cual comienzo a pensar que no tengo más opción que salir a buscarlo. No puedo llamar a todos los pubs y bares. ¿Qué iba a decir?: Perdone, ¿está por ahí John Lennon? Ya sabe la estrella internacional, parte de The Beatles, ese que no ha aparecido en su propia fiesta de fin de gira. Si, ese ¿está tirado en alguna esquina? ¿No? Bueno, gracias, probaré en el siguiente bar.

Seria una forma curiosa de llamar la atención.

No tengo elección. Saldré a buscarlo.











¡Hola de nuevo! Al parecer a nadie le gusta comentar este fic :( pero si lo han revisado, al menos eso es algo :) Gracias por hacerlo :D ¡Aquí les dejo otro capitulo mas, cuidense! y por cierto ustedes que creen, ¿que Meg si encuentre a John o no? Por cierto, si pueden pasen a mi otro fic One Feeling, One Love les aseguro que les encantara :)

2 comentarios:

  1. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! perdon la emocion! es que eestaba esperando que subas! jajajajja me encanto! espero el proximo!

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