La noche es oscura y fría y siento como que se me van a congelar las manos porque me he dejado los guantes en la habitación de invitados de la abuela. Demasiado nerviosa para volver, me meto las manos en los bolsillos del abrigo y camino por la estrecha carretera que lleva a la costa. Me pareció ver un pub abierto, y si yo lo vi, John seguro que también.
No esta en el primer pub, así que pregunto al dueño si hay algún otro bar abierto. Parece molesto, quizá piense que su pub no es lo bastante bueno para mi, así que le digo que estoy buscando a alguien. En el siguiente pub tampoco hay rastro de John, así que repito lo mismo que en el bar anterior y me marcho con la esperanza de que a la tercera, vaya la vencida. Odio a John por hacerme entrar a los pubs sola, donde le típico grupo de viejos, me mira de arriba abajo mientras lo busco por todas partes.
De repente me doy cuenta de que no he mirado en los sanitarios y pienso de que probablemente ahí es donde estará, de rodillas frente al inodoro, o cubierto por su propio vomito. Dios ¿de verdad tengo que volver al primer pub y pedirle al dueño que revise el baño por mi? La sola idea me deprime. Mirare en el tercer pub y después volveré sobre mis pasos.
Entro en un pub oscuro y sucio. El techo esta amarillento por el humo del tabaco acumulado durante años y siento la pesada alfombra roja y blanca bajo mis pies. Noto cinco pares de ojos posarse sobre mi mientras echo un vistazo al local
–¿Te puedo ayudar en algo guapa?- Me pregunta el cantinero.
–No, gracias.- contesto, perfectamente consiente de lo fuera de lugar que estoy haciendo aquí. –Busco a alguien.-
John tampoco esta aquí, así que me dirijo a una puerta que da a otra sala. Esta vacía. Estoy a punto de rendirme y volver al primer pub cuando el cantinero me llama.
–Creo que sé a quien buscas.- Los viejos sentados en la barra, con sus bebidas delante, me observan con escaso interés. –Se marcho hace unos diez minutos.- Me informa.
–¿Adónde fue?- Me siento mas animada por el subidón de adrenalina.
–Ni idea. Tuve que pedirle que se marchara.- Dice serio y por su expresión, imagino que lo corrieron a la fuerza.
–Por favor, no le diga a nadie que ha estado aquí.- Le suplico.
–¿Y por qué carajos iba a hacer algo así?- Contesta. –¡Ni que fuera famoso!- Se calla al ver la cara que pongo. –¿Es famoso?- Me pregunta incrédulo.
–¡Claro que no!- Grito mientras corro a la calle mirando a derecha e izquierda. Me decido por la derecha y corro hacia el mar. Las atracciones de la feria están desiertas, y los recreativos y las heladerías han cerrado por Navidad.
Las olas chocan contra la costa y comienza a llover. ¿Podria ponerse la cosa peor? Que pregunta mas idiota. Y entonces... lo veo.
–¡John!- Grito, pero los elementos ahogan mi voz.
Camina haciendo eses por la calle que esta justo encima de mi. Subo las escaleras corriendo tras de él.
–¡John!- Grito de nuevo. Se da la vuelta lentamente, balanceándose. Esta completamente borracho. –¿Que has hecho?- Lo miro desesperada.
–Necesitaba tabaco.- Farfulla, mientras intenta aspirar el humo de un cigarrillo que hace tiempo se convirtió en colilla. –Ya no dejan fumar en ningún sitio. Es una puta mierda.
–Venga.- Le tomo del brazo.
Tardamos un siglo y estoy empapada y helada, pero por fin llegamos a casa. Pienso en como la abuela se revolvería en su tumba si me viera así. Siempre fue muy protectora conmigo.
Comienzo a dudar de mi misma otra vez. ¿Estoy loca por pensar que podría ayudarlo? ¿Lo llevo de vuelta a Londres?
No Meg. No te rindas.
Consigo que llegue al cuarto de estar antes de que pierda el conocimiento. Casi lloro de frustración al intentar quitarle la ropa mojada. Enciendo la chimenea eléctrica y cojo varias mantas de arriba. Se que no voy a poder subirlo yo sola por las escaleras. De hecho, me parece que voy a tener que replantear toda mi estrategia.
Pensé que no tendría tiempo de subir nuevo capitulo, pero aquí lo tienen :) gracias por seguir leyendo :D en verdad, me gusta saber que las cosas que escribo le gustan e interesan a alguien. Por ultimo les dejare una pregunta, ojala puedan responderla :) ¿Tienen algún gusto musical que les de pena admitir? ¡Cuidense!
domingo, 20 de octubre de 2013
domingo, 13 de octubre de 2013
CAPITULO 30
Es Nochebuena y Scarborough parece una ciudad fantasma. Han apagado todas las luces de la costa y un silencio extraño lo domina todo. De repente, pasar un rato en la (en otro tiempo) cálida y acogedora casa de mi abuela me produce cierto desasosiego.
Giro a la derecha y desemboco en la estrecha carretera que lleva al castillo. Aparcar aquí arriba es una pesadilla, aso que probablemente tengamos que dar un paseo. Es una noche ventosa, pero gracias a Dios no llueve y no llevamos mucho equipaje. Solo he tomado lo básico. John se ha traído también su guitarra, que, supongo para el es imprescindible.
Llegamos a casa de la abuela y al levantar la vista hacia las oscuras ventanas me invade una oleada de tristeza. Me acerco a la casa del vecino para pedirle las llaves y me da el pésame mientras John espera frente a la puerta.
La casa todavía esta llena de las cosas de la abuela; mamá y papá no han tenido tiempo de venir por aquí. Resulta extraño ver sus queridas fotos sobre la chimenea; fotos de mi familia, fotos que cuentan mi historia.
–¿Te enseño tu habitación?- Le pregunto con un nudo en la garganta.
–Esta bien.-
No nos quitamos los abrigos de momento porque la casa esta helada. John me sigue por la estrecha escalera. La abuela tenia tres dormitorios, pero uno se acabo convirtiendo en una especie de trastero, así que a efectos prácticos, la casa solo tiene dos dormitorios. No se muy bien que hacer. En un principio me parece que lo mas natural seria instalar a John en la habitación de invitados, pero luego pienso que quizá debería tener el cuarto mas grande.
–¿Te parece bien este?- Pregunto mientras examino por encima la pequeña cama doble de mi abuela cubierta con su colcha de color verde oscuro. Todo parece en orden, aunque no tan limpio como habría estado si ella aun viviera aquí. Intento no ponerme triste. –Se que estas acostumbrado a otra cosa...-
–Es un cuarto estupendo.- Dice dandome un codazo. Luego entra y apoya la guitarra contra la cómoda de madera de la abuela.
–La casa se calentara enseguida.- Le aseguro.
–Meg, que esta bien.-
–¿Te apetece ver la tele? Es alucinante que estemos en Nochebuena, ¿verdad?- Intento animarme un poco.
–Bajare en unos minutos.- Dice.
Y unos cuantos minutos despues, asoma la cabeza por la puerta.
–¿Qué? ¿Adónde?- Me incorporo alarmada.
–Voy un momento al pub.-
–¿Como que vas al pub? Dijiste que no ibas a beber más.
–Tranquila Nutmeg. No voy a beber. Tengo que comprar tabaco.-
–Esta bien.- Contesto, no muy convencida.
–Nunca dije nada de dejar de fumar.- Señala.
–No, ya lo se, pero creo que te voy a acompañar.- Y hago ademán de levantarme. –O también puedo ir yo a buscártelo.
–No, no te molestes, será solo un momento.-
–John, creo que debería acompañarte. No quiero que cometas una equivocación.- Le digo sentada en el borde del sofá.
–Meg, no.- Dice con firmeza. –Para que esto funcione, vas a tener que confiar en mi. Volveré dentro de diez minutos.-
Cierra con un portazo al salir y yo me hundo de nuevo en el sofá. Pero no me puedo concentrar. Estoy angustiada. Si le pasara algo aquí, estaría totalmente sola. La idea me aterra.
Ha pasado ya media hora y aún no ha vuelto, y yo me estoy volviendo loca de preocupación. Me digo a mi misma que no pasa nada, que estará todo cerrado y será difícil comprar tabaco, pero no consigo calmarme.
Pasa otra media hora. ¿Dónde esta? Quizá se haya perdido. Pero Scarborough es grande. Si saliera ahora, podría buscarlo durante horas y no encontrarlo. ¡Ah, Dios! ¿Y si se cae por un acantilado al mar?
¡He matado a John Lennon! Eso será lo que dirá Brian. Sus fans enloquecidos me perseguirán hasta el fin de mis días. Tengo que hacer algo.
Me levanto, me pongo el abrigo que me he quitado hace solo un rato y tomo el bolso y las llaves. Camino hacia la puerta, pero me paro antes de abrirla.
¿Y si solo ha ido a dar un paseo? ¿Y si vuelve cuando yo no estoy? No podrá entrar. Y, si sucede algo así, probablemente acabaria bebiendo otra vez. Tendría que ir a algún lugar caliente... un pub. ¡Joder!
Vuelvo sobre mis pasos y me acomodo en el sofá durante otra hora, tras la cual comienzo a pensar que no tengo más opción que salir a buscarlo. No puedo llamar a todos los pubs y bares. ¿Qué iba a decir?: Perdone, ¿está por ahí John Lennon? Ya sabe la estrella internacional, parte de The Beatles, ese que no ha aparecido en su propia fiesta de fin de gira. Si, ese ¿está tirado en alguna esquina? ¿No? Bueno, gracias, probaré en el siguiente bar.
Seria una forma curiosa de llamar la atención.
No tengo elección. Saldré a buscarlo.
¡Hola de nuevo! Al parecer a nadie le gusta comentar este fic :( pero si lo han revisado, al menos eso es algo :) Gracias por hacerlo :D ¡Aquí les dejo otro capitulo mas, cuidense! y por cierto ustedes que creen, ¿que Meg si encuentre a John o no? Por cierto, si pueden pasen a mi otro fic One Feeling, One Love les aseguro que les encantara :)
Giro a la derecha y desemboco en la estrecha carretera que lleva al castillo. Aparcar aquí arriba es una pesadilla, aso que probablemente tengamos que dar un paseo. Es una noche ventosa, pero gracias a Dios no llueve y no llevamos mucho equipaje. Solo he tomado lo básico. John se ha traído también su guitarra, que, supongo para el es imprescindible.
Llegamos a casa de la abuela y al levantar la vista hacia las oscuras ventanas me invade una oleada de tristeza. Me acerco a la casa del vecino para pedirle las llaves y me da el pésame mientras John espera frente a la puerta.
La casa todavía esta llena de las cosas de la abuela; mamá y papá no han tenido tiempo de venir por aquí. Resulta extraño ver sus queridas fotos sobre la chimenea; fotos de mi familia, fotos que cuentan mi historia.
–¿Te enseño tu habitación?- Le pregunto con un nudo en la garganta.
–Esta bien.-
No nos quitamos los abrigos de momento porque la casa esta helada. John me sigue por la estrecha escalera. La abuela tenia tres dormitorios, pero uno se acabo convirtiendo en una especie de trastero, así que a efectos prácticos, la casa solo tiene dos dormitorios. No se muy bien que hacer. En un principio me parece que lo mas natural seria instalar a John en la habitación de invitados, pero luego pienso que quizá debería tener el cuarto mas grande.
–¿Te parece bien este?- Pregunto mientras examino por encima la pequeña cama doble de mi abuela cubierta con su colcha de color verde oscuro. Todo parece en orden, aunque no tan limpio como habría estado si ella aun viviera aquí. Intento no ponerme triste. –Se que estas acostumbrado a otra cosa...-
–Es un cuarto estupendo.- Dice dandome un codazo. Luego entra y apoya la guitarra contra la cómoda de madera de la abuela.
–La casa se calentara enseguida.- Le aseguro.
–Meg, que esta bien.-
–¿Te apetece ver la tele? Es alucinante que estemos en Nochebuena, ¿verdad?- Intento animarme un poco.
–Bajare en unos minutos.- Dice.
Y unos cuantos minutos despues, asoma la cabeza por la puerta.
–¿Qué? ¿Adónde?- Me incorporo alarmada.
–Voy un momento al pub.-
–¿Como que vas al pub? Dijiste que no ibas a beber más.
–Tranquila Nutmeg. No voy a beber. Tengo que comprar tabaco.-
–Esta bien.- Contesto, no muy convencida.
–Nunca dije nada de dejar de fumar.- Señala.
–No, ya lo se, pero creo que te voy a acompañar.- Y hago ademán de levantarme. –O también puedo ir yo a buscártelo.
–No, no te molestes, será solo un momento.-
–John, creo que debería acompañarte. No quiero que cometas una equivocación.- Le digo sentada en el borde del sofá.
–Meg, no.- Dice con firmeza. –Para que esto funcione, vas a tener que confiar en mi. Volveré dentro de diez minutos.-
Cierra con un portazo al salir y yo me hundo de nuevo en el sofá. Pero no me puedo concentrar. Estoy angustiada. Si le pasara algo aquí, estaría totalmente sola. La idea me aterra.
Ha pasado ya media hora y aún no ha vuelto, y yo me estoy volviendo loca de preocupación. Me digo a mi misma que no pasa nada, que estará todo cerrado y será difícil comprar tabaco, pero no consigo calmarme.
Pasa otra media hora. ¿Dónde esta? Quizá se haya perdido. Pero Scarborough es grande. Si saliera ahora, podría buscarlo durante horas y no encontrarlo. ¡Ah, Dios! ¿Y si se cae por un acantilado al mar?
¡He matado a John Lennon! Eso será lo que dirá Brian. Sus fans enloquecidos me perseguirán hasta el fin de mis días. Tengo que hacer algo.
Me levanto, me pongo el abrigo que me he quitado hace solo un rato y tomo el bolso y las llaves. Camino hacia la puerta, pero me paro antes de abrirla.
¿Y si solo ha ido a dar un paseo? ¿Y si vuelve cuando yo no estoy? No podrá entrar. Y, si sucede algo así, probablemente acabaria bebiendo otra vez. Tendría que ir a algún lugar caliente... un pub. ¡Joder!
Vuelvo sobre mis pasos y me acomodo en el sofá durante otra hora, tras la cual comienzo a pensar que no tengo más opción que salir a buscarlo. No puedo llamar a todos los pubs y bares. ¿Qué iba a decir?: Perdone, ¿está por ahí John Lennon? Ya sabe la estrella internacional, parte de The Beatles, ese que no ha aparecido en su propia fiesta de fin de gira. Si, ese ¿está tirado en alguna esquina? ¿No? Bueno, gracias, probaré en el siguiente bar.
Seria una forma curiosa de llamar la atención.
No tengo elección. Saldré a buscarlo.
¡Hola de nuevo! Al parecer a nadie le gusta comentar este fic :( pero si lo han revisado, al menos eso es algo :) Gracias por hacerlo :D ¡Aquí les dejo otro capitulo mas, cuidense! y por cierto ustedes que creen, ¿que Meg si encuentre a John o no? Por cierto, si pueden pasen a mi otro fic One Feeling, One Love les aseguro que les encantara :)
domingo, 6 de octubre de 2013
CAPITULO 29
Ya sé cómo va a reaccionar Brian ante mis planes y soy demasiado cobarde para contárselos cara a cara. Lo llamare cuando estemos de viaje. Pero antes necesito organizar varias cosas como: alquilar un coche, llamar a mis padres...
–Papá, necesito un favor.-
–Cariño, justo ahora estábamos hablando de ti. ¿Que pasa con John? Por todas partes se dicen cosas horribles de él...-
–Papá, por favor, John me necesita y le voy a ayudar.-
–¿Es Meg? ¡Dejame hablar con ella!- Oigo a mi madre de fondo.
–No, Samantha, ¡yo me encargo!- Contesta mi padre con firmeza.
–¡Dame el maldito teléfono!- Me parece percibir cierto forcejeo y luego la voz de mi madre. –¿Que haces? ¿Que pasa?-
–Mamá, estaba hablando con papá.-
–Tu padre no se puede poner ahora, habla conmigo.- Dice.
–Esta bien. Estaba pensando si me podrías dejar la casa de la abuela por un tiempo.
–¿Para que?- Pregunta mi madre.
–Tengo que llevar ahí a John.-
–¡Ese John Lennon solo sabe causar problemas! ¡Lo supe desde el principio!-
–Mamá, pero si no sabias ni quien era hasta que empecé a trabajar para él.-
–¡Claro que lo conocía!- Dice poniéndose a la defensiva.
–Ya, bueno, necesita apartarse de todo.-
–Lo que tiene que hacer es conseguir ayuda profesional, me parece.-
–No quiere ingresar a ninguna clínica, mamá. Necesita descansar en un lugar apartado ¿Me ayudas o no?-
Quedamos en que avisaran al vecino de la abuela para que me dé el juego de llaves extra, después salgo del hotel y recojo el coche alquilado, para no llamar la atención con el coche de John.
La recepcionista del hotel parece sorprendida cuando liquido la cuenta antes de tiempo, así que tenemos que salir de ahí cuanto antes, no vaya a ser que hable con alguien de la gira.
Al llegar a la habitación suena el teléfono, llevo toda la mañana sin responder alguna llamada, pero al final me decido por responder esta.
–¿Como esta?- La voz al otro lado de la linea me tranquiliza, se trata de Paul.
–No va a asistir a la fiesta de fin de gira esta noche.- Le digo.
–¿Como que no?-
–No esta bien, Paul. Necesita salir de aquí.-
–Lo que necesita es ingresar en una clínica, Meg.-
–Pues no quiere, ya lo he hablado con él.-
–Pasamelo. Dejame hablar con él.-
–Lo siento, no quiere hablar con nadie y contigo menos.-
–Necesita la ayuda de profesionales Meg- Dice Paul. –No podrás con él.-
–Quizá tengas razón Paul, pero lo voy a intentar.-
Después de colgar con Paul, salimos hacia el coche. Media hora después paramos en una estación y llamo a Brian. Esta furioso como era de esperar.
–No esta en condiciones de hablar con la prensa esta noche Brian.-
–¡Eso no lo decides tu, linda! ¿Sabes el problema que me espera si tengo que llamar a todo el mundo para cancelarlo todo? ¿Tienes idea de a cuantas personas importantes vamos a hacer enojar? ¿O como va a afectar esto su relación con la prensa y por si fuera poco también las futuras ventas del siguiente álbum?
–Lo siento pero es imposible.- Mantengo la voz calmada. –Perdona, pero tengo que dejarte.-
–¡Ni se te ocurra colgarme!-
–Le cuelgo y regreso al auto. John esta apoyado contra el cristal con las gafas puestas. Yo creo que se ha dormido.
Avanzamos por la M1 hacia el norte. Mis padres son los únicos que saben adonde vamos y me han jurado que guardaran el secreto.
Las palabras de Brian exigiendo que volviera inmediatamente al hotel aun retumban en mi cabeza. Suspiro tratando de concentrar mi mente en el camino.
–¿Esta bastante enojado eh?- Murmura John a mi lado.
–Si, un poco.- Enciendo la luz intermitente para indicar que voy a ocupar el carril rápido.
–Al fin, que maldito alivio.- Dice John.-
–¿El qué? ¿Es un alivio que este enojado?- Pregunto confundida.-
–No, es un maldito alivio que decidas acelerar. Voy mas rápido a pie.-
No me rió. No estoy de humor.
–Por cierto, ¿adonde vamos?- Pregunta.
–A Scarborough. A la casa de mi abuela.-
–¿La que murió?-
–Sí.-
–Que miedo.- Dice estremeciéndose.
–¡No da miedo!- Le respondo.
–Perdona.- Parece arrepentido. –¿Es la abuela que te regalo aquel collar?-
Que curioso. ¿De verdad se acuerda del collar que me puse para el estreno de la película de Amber?
–Ya sabes, ese rojo brillante que te pusiste para el estreno de la innombrable.- Prosigue cuando no contesto.
–Si, se a cual te refieres. Si, es la abuela que me lo regalo.
En la radio, el locutor habla de un concurso en el que el premio son dos entradas para la fiesta de fin de gira de The Beatles. Brian no debe haber tenido tiempo para avisar a la prensa todavía. Probablemente aun creerá que vamos a dar media vuelta y regresar al hotel.
John se incorpora y apaga la radio.
–No quiero oír mas del tema, lo siento.-
Después, guarda silencio.
Cuanto mas nos alejamos de Londres, mas intranquila me siento. ¿Y si Brian tiene razón? ¿Estoy poniendo la carrera de John en peligro al llevármelo así? ¿Que pensara de mi su compañía discografica? ¿Que mierda estoy haciendo? ¿Quien mierda soy yo? Una simple asistente personal que trabajaba en un estudio de arquitectos, ¡Por amor de Dios! ¿Que se yo de todo esto?
Miro de reojo a John. Tiene un sueño agitado. Luego vuelvo a concentrarme en la carretera.
¡Hola! Si es que alguien sigue leyendo el Fanfic claro, espero les guste, desgraciadamente el final cada vez esta mas cerca :S pero aun falta. Me encantan los comentarios, así que pongan muchos muchos muchos contándome que imaginan que pasara con John y Meg al final :D
–Papá, necesito un favor.-
–Cariño, justo ahora estábamos hablando de ti. ¿Que pasa con John? Por todas partes se dicen cosas horribles de él...-
–Papá, por favor, John me necesita y le voy a ayudar.-
–¿Es Meg? ¡Dejame hablar con ella!- Oigo a mi madre de fondo.
–No, Samantha, ¡yo me encargo!- Contesta mi padre con firmeza.
–¡Dame el maldito teléfono!- Me parece percibir cierto forcejeo y luego la voz de mi madre. –¿Que haces? ¿Que pasa?-
–Mamá, estaba hablando con papá.-
–Tu padre no se puede poner ahora, habla conmigo.- Dice.
–Esta bien. Estaba pensando si me podrías dejar la casa de la abuela por un tiempo.
–¿Para que?- Pregunta mi madre.
–Tengo que llevar ahí a John.-
–¡Ese John Lennon solo sabe causar problemas! ¡Lo supe desde el principio!-
–Mamá, pero si no sabias ni quien era hasta que empecé a trabajar para él.-
–¡Claro que lo conocía!- Dice poniéndose a la defensiva.
–Ya, bueno, necesita apartarse de todo.-
–Lo que tiene que hacer es conseguir ayuda profesional, me parece.-
–No quiere ingresar a ninguna clínica, mamá. Necesita descansar en un lugar apartado ¿Me ayudas o no?-
Quedamos en que avisaran al vecino de la abuela para que me dé el juego de llaves extra, después salgo del hotel y recojo el coche alquilado, para no llamar la atención con el coche de John.
La recepcionista del hotel parece sorprendida cuando liquido la cuenta antes de tiempo, así que tenemos que salir de ahí cuanto antes, no vaya a ser que hable con alguien de la gira.
Al llegar a la habitación suena el teléfono, llevo toda la mañana sin responder alguna llamada, pero al final me decido por responder esta.
–¿Como esta?- La voz al otro lado de la linea me tranquiliza, se trata de Paul.
–No va a asistir a la fiesta de fin de gira esta noche.- Le digo.
–¿Como que no?-
–No esta bien, Paul. Necesita salir de aquí.-
–Lo que necesita es ingresar en una clínica, Meg.-
–Pues no quiere, ya lo he hablado con él.-
–Pasamelo. Dejame hablar con él.-
–Lo siento, no quiere hablar con nadie y contigo menos.-
–Necesita la ayuda de profesionales Meg- Dice Paul. –No podrás con él.-
–Quizá tengas razón Paul, pero lo voy a intentar.-
Después de colgar con Paul, salimos hacia el coche. Media hora después paramos en una estación y llamo a Brian. Esta furioso como era de esperar.
–No esta en condiciones de hablar con la prensa esta noche Brian.-
–¡Eso no lo decides tu, linda! ¿Sabes el problema que me espera si tengo que llamar a todo el mundo para cancelarlo todo? ¿Tienes idea de a cuantas personas importantes vamos a hacer enojar? ¿O como va a afectar esto su relación con la prensa y por si fuera poco también las futuras ventas del siguiente álbum?
–Lo siento pero es imposible.- Mantengo la voz calmada. –Perdona, pero tengo que dejarte.-
–¡Ni se te ocurra colgarme!-
–Le cuelgo y regreso al auto. John esta apoyado contra el cristal con las gafas puestas. Yo creo que se ha dormido.
Avanzamos por la M1 hacia el norte. Mis padres son los únicos que saben adonde vamos y me han jurado que guardaran el secreto.
Las palabras de Brian exigiendo que volviera inmediatamente al hotel aun retumban en mi cabeza. Suspiro tratando de concentrar mi mente en el camino.
–¿Esta bastante enojado eh?- Murmura John a mi lado.
–Si, un poco.- Enciendo la luz intermitente para indicar que voy a ocupar el carril rápido.
–Al fin, que maldito alivio.- Dice John.-
–¿El qué? ¿Es un alivio que este enojado?- Pregunto confundida.-
–No, es un maldito alivio que decidas acelerar. Voy mas rápido a pie.-
No me rió. No estoy de humor.
–Por cierto, ¿adonde vamos?- Pregunta.
–A Scarborough. A la casa de mi abuela.-
–¿La que murió?-
–Sí.-
–Que miedo.- Dice estremeciéndose.
–¡No da miedo!- Le respondo.
–Perdona.- Parece arrepentido. –¿Es la abuela que te regalo aquel collar?-
Que curioso. ¿De verdad se acuerda del collar que me puse para el estreno de la película de Amber?
–Ya sabes, ese rojo brillante que te pusiste para el estreno de la innombrable.- Prosigue cuando no contesto.
–Si, se a cual te refieres. Si, es la abuela que me lo regalo.
En la radio, el locutor habla de un concurso en el que el premio son dos entradas para la fiesta de fin de gira de The Beatles. Brian no debe haber tenido tiempo para avisar a la prensa todavía. Probablemente aun creerá que vamos a dar media vuelta y regresar al hotel.
John se incorpora y apaga la radio.
–No quiero oír mas del tema, lo siento.-
Después, guarda silencio.
Cuanto mas nos alejamos de Londres, mas intranquila me siento. ¿Y si Brian tiene razón? ¿Estoy poniendo la carrera de John en peligro al llevármelo así? ¿Que pensara de mi su compañía discografica? ¿Que mierda estoy haciendo? ¿Quien mierda soy yo? Una simple asistente personal que trabajaba en un estudio de arquitectos, ¡Por amor de Dios! ¿Que se yo de todo esto?
Miro de reojo a John. Tiene un sueño agitado. Luego vuelvo a concentrarme en la carretera.
¡Hola! Si es que alguien sigue leyendo el Fanfic claro, espero les guste, desgraciadamente el final cada vez esta mas cerca :S pero aun falta. Me encantan los comentarios, así que pongan muchos muchos muchos contándome que imaginan que pasara con John y Meg al final :D
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