–¡Vaya! ¿Y a quien tenemos aqui? Soy Rosa, y tu debes ser Meg. - Su sonrisa es radiante, y me cae bien al momento.
–Hola.-
–¡Vamos, pasa!-
Davey se despide y me desea buena suerte, yo sigo a Rosa al interior. La entrada es grande y luminosa. Entramos a otra puerta y me paro en seco, una piscina techada con muros de cristal se visualiza en lo que al parecer es una terraza.
–Espectacular ¿verdad?- Rosa sonrie y estudia mi expresion.
–Increible.- Contesto, la casa era muy silenciosa. –Me pregunto ¿Donde estaran las estrellas de rock?-
–Estan de viaje. Paul, George y Ringo se encuentran de vacaciones y John, de repente sintio la necesidad de salir para componer.- Dice Rosa.
–Oh.. ya.-
–John no volvera hasta mañana, asi que tienes un poco de tiempo para deshacer la maleta e instalarte. O mejor aun para descansar un rato en la piscina...- Dice mientras me empuja suavemente.
Levanto el asa de la maleta e intento disimular mi decepcion mientras sigo a Rosa hasta una gran habitacion diafana, de dos alturas. El moderno tocadiscos y la enorme television me dicen que estoy en el cuarto de estar. Los escasos muebles que hay sin uy modernos y superchulos.
–La cocina esta por aqui.- Dice Rosa mientras señala hacia una pared curva de cristal esmerilado. –Ahi es donde paso la mayor parte del tiempo, soy la cocinera, intento que se alimenten bien, aunque si mi trabajo fuera servirles copas, seria mucho mas feliz, les gusta beber ¿sabes?.
–¿Podras con eso cielo?- Me pregunta mirando de reojo mi maleta.
–¡Si tranquila!-
–Deberiamos tener un mayordomo, pero John no quiere llenar la casa de gente, no es que sea tacaño, es que le gusta que seamos como una pequeña familia. Dijo mientras sube las escaleras por delante de mi.
–Tu cuarto esta aqui, John esta en el grande, al otro lado, y detras de estas puertas estan las habitaciones de George, Paul y Ringo respectivamente, seguidas por el estudio de musica. Tu despacho esta abajo entre la cocina y la biblioteca.
–¿Tu tambien vives aqui?- Le pregunto.
–No cielo, yo tengo familia.- Nos detuvimos delante de una puerta, gira el picaporte, abriendo asi una pesada puerta, luego da un paso atras para dejarme pasar.
Mi habitacion es tan luminosa y blanca que me quiero poner las gafas de sol. La ventanas dan a los frondosos arboles de la parte de atras, y en el centro hay una cama tamaño gigante cubierta con una colcha de color blanco.
–Te dejo para que te instales.- En cuanto Rosa cierra la puerta, comienzo a saltar como una loca sobre la cama.
¡Este sitio es alucinante! Habia visto mansiones de estrellas, pero esto estaba mas que mejor.
Que pena que Bess se pierda esto... es tan diferente de nuestro apartamentucho en Liverpool. Dejo la maleta para despues y bajo a ver a Rosa en la cocina, la encuentro friendo pollo, pimienta y cebolla
–¿Te ayudo?- Pregunto.
–No, no, no.- Dice apartandome. Minutos despues me sirve el plato terminado.
Rosa se marcha a las 6.30 e insiste en que vaya a la piscina. Diez minutos despues estoy en la terraza con el bikini negro que compre para mis ultimas vacaciones en Italia con Bess. La centellante agua azul esta fresca pero no fria. Nado un par de largo y decido entonces que cada mañana hare 50. En mi antiguo trabajo caminaba tanto que mantenerme en forma era facil, pero aqui todo el mundo se mueve en coche, asi que tendre que esforzarme un poco mas.
Despues de un rato salgo del agua y extiendo la toalla junto a la piscina para poder introducir los pies en el agua.
–¿Para eso te pago?-
Me espabilo de golpe y veo una figura oscura que se cierne sobre mi y me oculta la luz. El sobresalto es tal que casi me caigo al agua.
–¡Ay, carajo!- Intento como puedo sacar la toalla debajo de mi trasero para taparme, pero acaba en el agua.
–¡Mierda!- Me pongo de pie torpemente mientras caigo en la cuenta de que lo unico que he hecho en los ultimos segundos es soltar groserias delante de uno de mis nuevos jefes.
–Lo siento.- Balbuceo. Sus ojos me dan un repaso de arriba abajo y siento como si me estuviera desnudando, lo que tampoco es tan dificil, porque en realidad apenas llevo nada encima.
–Meg ¿Verdad?- Dice.
–Si, hola.- Contesto. Caray, que guapo es, esta mucho mejor al natural que en las fotos. –Y tu evidentemente eres John Lennon.-
–Llamame John.- Me fijo que tiene un monton de pecas que no habia visto en las fotos.
–Estaba... estaba descansando un poco.- Tartamudeo.
–Eso me ha parecido.- Contesta.
–Pense que no volverias, hasta mañana.-
Arquea una ceja, busca en sus bolsillos, saca un paquete de tabaco, enciende un cigarrillo y se sienta en una de las tumbonas.
–¿Fumas?- Pregunta aunque no me ofrece un cigarrillo.
–No.-
–Bien.-
Hipocrita, lo pienso, pero no tengo el valor de decirlo en alto.
–¿Cuantos años tienes?- Pregunta.
–Veinticuatro.- Contesto.
–Pareces mayor.-
–¿Ah si?-
Echa la ceniza en el suelo y me mira entornando los ojos.
–En este trabajo hay mucha presion sabes.-
–Podre con ella.- Intento inyectar algo de seguridad en mi respuesta.
–Por cierto... ¿Tienes novio?- Se interesa.
–No, no tengo novio, pero, ¿por que la pregunta?-
–Solo quiero saber que posibilidades hay de que lo extrañes y vuelvas a casa.- Dice mientras sonrie divertido.
Su mirada me hace sentir incomoda asi que la aguanto durante unos segundos. Guarda silencio y yo no tengo ni una maldita idea de que decir.
–Me tengo que ir.- Dice poniendose de pie, y apagando el cigarrillo con el pie. –He quedado con algunos amigos en el centro, llama al Room Club y reserva una mesa para 8.-
–Ok eh... ¿En donde estan?-
–En la agenda, que esta sobre el escritorio en la oficina.-
–Esta bien.-
–Que sea mesa para 8 y que nos guarden la reserva, no se cuando llegaremos.-
Me levanto, doy media vuelta y veo por el reflejo del cristal de la ventana como le da un repaso al trasero de su nueva asistente aprovechando que estoy de camino al despacho.
Media hora despues, baja a la oficina y me encuentra ordenando algunas cosas.
–¿Ya has reservado la mesa?-
–Si, y he pedido que tengan preparado el champan. No sabia si querrias el coche, asi que he llamado a Davey por si acaso.-
–Wow.- Asiente con la cabeza. –Ya pensaba en que tenia que tomar la moto.- Se queda parado en la puerta mirandome con el cabello aun mojado por la ducha.
–Muy bien, pues me voy.- Da una palmada en la puerta como para despedirse.
Intento no preguntarle, pero no puedo resistir.
–¿Cuando volveras?-
–Mañana, lo mas probable.- Contesta.
Y se va, y de repente la casa me parece vacia.
He aqui el segundo cap :P estos son mucho mas largos que mi novela :P espero les guste :) ¡PEACE!