domingo, 14 de septiembre de 2014

CAPITULO 42

—¿A qué venía eso? —pregunta Santiago cuando aparezco por el otro lado de la casa.

Niego con la cabeza y no le contesto. Después entro en la casa y cierro las puertas correderas.

Esa noche estoy tumbada en la cama, totalmente despierta. El día lo pasé como ida, incapaz de concentrarme en nada, sin ganas siquiera de leer los mensajes que dejan las groupies en el correo.

John, Paul, Paola, Kitty... caras y nombres pasan por mi cabeza mientras intento completar el rompecabezas dentro de mi cabeza.

¿Qué ocurrió con John y Paola? ¿Por qué dejó el trabajo? ¿O acaso la despidieron? ¿Se acostaron? ¿Fue solo una vez? ¿Se enamoró de él?
Qué tonta, pienso antes de recordar que yo estoy en su misma situación. Es humillante pensar que con ella pasó lo mismo. Si es que fue así.

Dios. Siento ese dolor continuo que nunca me abandona. No me puedo librar de él. Estoy segura de que John estuvo a punto de besarme en el garaje. Yo desde luego lo estaba deseando. También sé que es un chico malo, y yo jamás me he sentido atraída por esa clase de hombres. Entonces, ¿por qué no puedo dejar de pensar en él?

Porque quiero que se enamore de mí. Quiero ser quien lo cambie.

Me imagino a mí misma caminando por la alfombra roja junto a él, cenando con él, gastando bromas a los paparazzis con él. Jamás me quejaría de que ir en moto me despeina. Tendríamos un perro. Yo lo cuidaría. Le caería bien a Rosa otra vez porque se daría cuenta de que estamos enamorados, que no soy solo un rollete pasajero, como todas las demás.

Yo soy diferente. Lo soy. ¿Quién más se preocupa por él como yo? Confía en mí. Me contó lo de su madre. Se ríe conmigo. Bueno, antes se reía. Y lo hará otra vez.

Oigo un ruido en el pasillo y levanto la cabeza de la almohada, sobresaltada. —¿Hola? —digo.

La puerta se abre y veo la silueta de John en el umbral.

—¿John? —pregunto, confusa.

Se acerca a la cama y yo intento incorporarme antes de que él aparte las sábanas. Una brisa fresca me golpea la piel. Estoy medio desnuda, solo llevo una fina camisola de color crema y las bragas.

Se sube a la cama y se arrodilla delante de mí. Yo respiro tan fuerte que parece que me hayan puesto un megáfono pegado a los labios. 

Noto sus vaqueros ásperos contra mi piel desnuda. Le desabrocho la camisa y le acaricio el torso mientras él me besa, con fuerza, apasionadamente. Su lengua sabe a alcohol y tabaco, pero no me importa. Se desabrocha el pantalón frenético y aparta mis bragas a un lado antes de tomarme, con fuerza y desesperación.

No recupero el aliento hasta bastante después, cuando descanso tumbada en sus brazos, temiendo que se vaya a su habitación. Incluso cuando se queda dormido y su respiración se hace más lenta, sigo pensando que se va a levantar y me va a dejar otra vez sola.

Al final supongo que me debí de quedar dormida porque cuando por fin me despierto a primera hora de la mañana, abro los ojos y lo encuentro tumbado a mi lado, observándome en silencio. No sonrío, él tampoco. Me quita la ropa, esta vez se toma su tiempo.

Te cambiaré. Conseguiré que me quieras.

Después me sonríe, su expresión se ha suavizado.

—¿Tomas la píldora? —pregunta.

—No. —Inmediatamente me preocupo.

—Tranquila, yo siempre utilizo condones —dice—. Pero quizá deberías comprar la píldora del día después.

—Vale, eso haré —contesto—. La compraré hoy mismo.

No parece que le preocupe mi historial sexual. Dobla los brazos detrás de la cabeza y mira al techo.

—No me gustó verte con Santiago —dice. —No estaba haciendo nada —le contesto. 

—No me gustó.

Me incorporo un poco, me apoyo en un codo y le acaricio el estómago. Me mira y luego vuelve a centrarse en el techo.

Me coge la mano y se la lleva a los labios.

—Nunca te he dado las gracias —dice.

—¿Darme las gracias? ¿Por qué?

—Por llevarme a los Dales. Por cuidar de mí. Sabes que para mí eres especial, ¿verdad?

La felicidad burbujea dentro de mí y asiento con la cabeza. Entonces aparecen de nuevo los nervios. Sé que no debería preguntar, pero no puedo evitarlo.

—John... —le tanteo insegura—, ¿qué hubo entre Paola y tú? Me suelta la mano y me mira con dureza.

—No quiero hablar de eso.

—John, por favor. La vi el viernes por la noche. Sé que ella también me reconoció. ¿Qué ocurrió? ¿Por qué no me lo quieres contar?

Parezco la típica pesada, pero las palabras salen por mi boca sin ningún control.

—No pienso hablar del tema —dice, sentándose en la cama—. Ni contigo, ni con nadie.

Sale de la cama, todavía desnudo, toma sus calzoncillos y se los pone.

—¿Adonde vas? —pregunto, intentando no sonar desesperada. No quiero que me vuelva a dejar.

—Tengo que trabajar un rato.

—Es domingo —contesto—. ¿De verdad tienes que irte?

—Sí. —Su tono no admite discusión—. Los discos no se componen solos, Nutmeg. —Me sonríe y me relajo sobre la cama al oír mi mote, mientras observo como recoge su ropa y sale por la puerta.












¿Y quien no sonreiría con una sorpresa como esa en su cuarto? ¡Por dios John! hahaha creo que yo me emocione tal y como si lo estuviera leyendo hahaha lo siento. Espero les encante este capitulo y de nuevo gracias por sus comentarios. Les tengo una propuesta, que dias les gustaria que publicara los caps? Diganmelo en los comentarios. PD: Serán dos días a la semana. PD 2: Ya saben que pueden pasar por mi twitter (@cookierush) para cualquier duda, comentario y aclaración hahaha. Gracias por seguir leyendo. :D

2 comentarios:

  1. Cuando abri blogger aparecio que tenia 6 segundos de ahbaer subido el capitulo y yo de FUCK!!!!!! me estan jodiendo? me senti como una diosa y *OOOOOOO* te amo... te amo john *O* digo... ya sabia yo que todas la idiota actitud con santiago era por celos D:<< pero bien que se lo merecia por andar con em mm lola? ya ni me acuerdo :v... en fin me gustaria que subieras los martes y los jueves : o los viernes e_e...
    Espera jajajajaaj sigo gritando,,, es mas no me creeras que me sonroje al ir leyendo este capitulo que te quedo.. grandisimo *OOOO¨* aun recuerdo como encontre tu blog y nunca me arrepiento, hasta me enoje mucho cuando en una temporada dejaste de subir e__e pero afortunadamente ahora estas de vuelta y me siento fine ? :v.....
    Ese John con su pregunta me hizo carcajear jajajaja y luego ssus tips, comprendo completamente el por que lo hace pero aun asi me saco de onda .. pense que diria algo mas romantico? en fin.... ya con lo que paso despues me ermino de tumbar ¡que paso con esa otra?... algo me dice que no es nada bueno..:/ ojala pronto se resuleva mi duda :D
    Tambien me gustaria que volvoera a reaparecer Paul, antes sentia que John se encelaba de el cuando pasaba tiempo con Nutmeg.. e__e no se si este mal :v pero me gustaria que volviera a aparecer :3
    en fin me voy que aun sigo gritando y con la piel de gallina,
    saludos cordiales y un abrazo por tan buen capitulo.
    Perdon si te molesto por Twitter :c
    adios :D

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  2. OMFG ¿porqué nos haces esto? Lennon te amo! jajajajjaja fue hermoso el capítulo! es que ver que sea tan duro y serio, y después se quiebre con cosas así, francamente me encanta, por eso me amo esta historia! el realismo la hace perrrrfecta. Cuando le da las gracias... *-* lo único que puedo expresar! jajajajja. Si John llegara así a mi pieza, diría que estoy más que emocionada! ajajajajja O___O

    Me encanto, espero subas luego! yo opino que cualquier día que puedas está perfecto, porque leeré igual, ya he mencionado hartas veces que me encanta leer esto! jajajajja pero los viernes creo que es un buen día siempre, digo después de la escuela, trabajo, etc :3

    Un abrazo! y espero subas pronto <3

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