martes, 6 de enero de 2015

CAPITULO 54

Como lo único que tengo que hacer es meterlo todo en mi descuajaringada maleta y cerrar la cremallera, hago la mudanza en mi siguiente día libre. Bess lamenta que me marche.

—¡No! ¿De verdad te tienes que ir?

—No puedo dormir en el sofá para siempre...

—Claro que sí. De todas formas, también es tu sofá, ¿recuerdas? —lloriquea.

—Bess, quédatelo —le digo generosamente y luego me echo a reír. En realidad lo encontramos tirado en la cuneta hace año y medio. Fue una verdadera ganga.

—Maldito Paul —murmura y luego me abraza con fuerza, y promete ir a verme pronto.

Paul prepara unas fajitas para cenar la noche de mi traslado y me recuerda a Rosa y la comida que me hizo el día que llegué a casa de John.

—¿En qué piensas? —pregunta Paul. Se lo cuento.

—¿Qué crees que dirá John cuando se entere de que ahora vivo contigo? — pregunto.

—No se lo diré si tú no quieres. De todas formas, solo ha estado aquí una vez.

No digo nada. No quiero que Paul sepa que me gustaría que John se enterara de dónde vivo.

Suena el teléfono, así que Paul se levanta para contestar. Se lleva el teléfono al cuarto de estar, luego se tira en el sofá y apoya los pies en la mesita de café. Parece que habla con su "madre".

—Perdona —dice cuando vuelve a la mesa—. Mi madrastra se está volviendo loca con la boda de mi hermano.

—¿Es Mike, verdad?

—Sí.

—¿Y por qué se está volviendo loca?

—Por lo que ocurre con todas las bodas. Hay gente que aún no ha confirmado su asistencia, el pastelero está ilocalizable, el vestido de Vanessa todavía no está listo...

—¿Vanessa?

—La prometida de mi hermano —explica Paul.

—¿Cuándo es la boda?

—Dentro de dos semanas.

—¿Vas a ser el padrino?

—Pues no, fíjate. El muy desgraciado se lo ha pedido a un compañero de la universidad. Y no creo que vaya a cambiar de idea.

—Vaya, ¿te llevaste una decepción?

—Qué va, es un alivio no tener que hacer el discursito, la verdad. Así podré tomar una buena.

Suspira y se recuesta en el respaldo de la silla mientras se frota la tripa.

—Todo estaba muy rico —digo mientras me levanto para quitar la mesa—. Eres un buen cocinero.

—No tan bueno como Rosa —dice, incorporándose—. Pero no se me da mal.

—¿Jane también cocinaba? —pregunto siguiéndole hacia la cocina.

—Sí, pero solo hacía porquerías vegetarianas. Así que tuve que espabilarme — añade en plan melodramático.

—¿Cuánto tiempo vivieron juntos? —pregunto mientras mete los platos en el lavavajillas. Yo, por mi parte, tomo un rollo de plástico y cubro los cuencos de la salsa y la nata amarga.

—Un par de años, más o menos.

Paul gruñe y pone los ojos en blanco.

—Otro tema con el que Ángela se estresa bastante. Que no tenga a quien llevar a la boda de mi hermano.

—¿Es que es obligatorio ir acompañado? —pregunto extrañada.

—Según mi ella, sí.

—Pues yo te acompaño —digo entre risas.
Sus ojos se iluminan.
—¿De verdad?

—Pues... —No esperaba esa reacción—. Sí, claro. 

—¡Es genial! —grita.

—Pero ¿no tendré que fingir que soy tu novia ni nada de eso, verdad?

Se ríe entre dientes.
—No, no te preocupes. Lo que le preocupa a Ángela es cómo sentarnos. Pero le encantará conocerte por fin —añade.

—¿Por fin? —pregunto.

—Ah —dice—, sí, verás, le he hablado de ti. 

—¿Ah, sí? —pregunto encantada—. ¿Por qué?

—Solo le conté que me hiciste compañía en la gira. John no le parece una buena influencia. Nunca le ha perdonado el pequeño detalle de que se tirara a mi novia.

Me muerdo el labio inferior.

—Ya tengo acompañante. ¡Genial! ¡Gracias! —Luego toma un estropajo y lo lleva a la mesa. Lo sigo.

—Vale, pero ahora tengo que comprarme un vestido.

—El que te pusiste en la fiesta del fulano ese de las colinas iría muy bien.

—¿Cuál? ¿El azul?

—Sí. Es muy bonito. —Deja un momento de limpiar la mesa y alza la vista hacia mí.

—Gracias —digo sorprendida—, pero lo que yo quería era una excusa para ir de compras.

Qué lindo es conmigo. Y qué amable y dulce. Lo veo entrar en su moderna cocina y enjuagar el estropajo para después pasarlo por la encimera. Lleva una camiseta negra de manga larga y unos vaqueros azul oscuro, y quizá sea por el color, pero juraría que está más delgado de lo que recordaba.

¿Será verdad lo que dijo Kitty? ¿Es posible que le guste?

Al día siguiente entro al pequeño estudio de Paul pensando en escribir una carta a Kitty. Decidida comienzo a escribir.

—Hola —dice Paul mientras entra en el despacho.

—Perdona, ¿necesitas utilizar el escritorio? —pregunto, levantándome.

—No, no, no te muevas. He venido a por algunos manuscritos. —Toma una pila de hojas de la parte superior de un archivador.

—Vaya. —Abro los ojos como platos—. ¿son canciones? 

—Sí —dice, mirándolo.

—¿La versión final?

—Sí, bueno, casi. Voy a repasarlas por última vez. 

—¡Wow! —exclamo.

—¿Quieres...? —pregunta.

–¿Sí?

—¿Quieres echarles un vistazo? —pregunta indeciso. 

—¡Me encantaría! ¿Estás seguro?

—Pues no, la verdad —admite con media sonrisa—, pero sí, venga, y luego dime qué te parecen.

Tiendo las manos hacia los manuscritos y leo la primera hoja: «Michelle».

—Me gusta el título...

—Gracias. Se me ocurrió de repente

—Bueno —me levanto—, tengo que ir a trabajar. ¿Me dejas que los lea después? —Sostengo en alto las hojas.

—Claro —dice—. Las dejaré en tu cuarto.

Cuando llego a casa es más de medianoche y, como prometió, el montón de hojas está esperándome sobre mi cama. Lo miro mientras me pongo cómoda, y después, agotada, me meto en la cama y tomo las primeras páginas. De momento solo leeré un poco.

Pasan las horas y no puedo dejarlo.

Con el rostro bañado en lágrimas paso la última página y la dejo sobre el resto. Estas canciones han tocado una fibra muy sensible de mi ser y definitivamente no pude evitar pensar en John. Lo echo mucho de menos. ¿Volveré a verlo? ¿Cara a cara? ¿O estoy destinada a leer sobre él en la prensa, como el resto de sus fans? La idea me resulta insoportable. Insoportable.








Lo se, una vez que conoces a Lennon, es muy difícil dejar de pensar en el. ;D y ya que es un día especial, aquí esta el capitulo de hoy! :D gracias por leerlo :)

1 comentario:

  1. Oh cielos, me muero un poco cada que Meg recuerda a John. ♥
    Y Paul... El es taaaan lindo. :)
    Sigue sigue sigue ! ♥

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